Hoy cumplen años
- 1943: Dennis Edwards, cantante estadounidense, de la banda The Temptations.
- 1947: Dave Davies, músico británico, de la banda The Kinks.
- 1949: Amancio Prada, cantautor español.
- 1950: María Jiménez, cantante española.
- 1956: Lee Ranaldo, músico estadounidense, de la banda Sonic Youth.
- 1959: Laurence Tolhurst, músico británico, de la banda The Cure.
- 1969: John Spence, músico estadounidense, de la banda No Doubt.
Tal día como hoy nos dejaron
- 1959: Buddy Holly, cantante estadounidense (n. 1936).
- 1959: Jiles Perry Richardson, The Big Bopper, cantante estadounidense (n. 1930).
- 1959: Ritchie Valens, cantante estadounidense (n. 1941).
- Hoy se conmemora “El día que murió la música” se refiere al accidente de aviación que tuvo lugar el martes 3 de febrero de 1959, día en que los compositores y músicos de rock and roll Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper (“J. P.” Richardson), junto con el piloto Roger Peterson, fallecieron durante la gira que estaban llevando a cabo por Estados Unidos.
El día que murió la música se refiere al accidente de aviación que tuvo lugar el martes 3 de febrero de 1959, día en que los compositores y músicos de rock and roll Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper (“J. P.” Richardson), junto con el piloto Roger Peterson, fallecieron durante la gira que estaban llevando a cabo por Estados Unidos. Su avioneta de cuatro plazas Beechcraft Bonanza se estrelló en un campo de maíz de la pequeña localidad rural de Clear Lake (condado de Cerro Gordo), en el estado de Iowa. El accidente fue conocido como “El día que la música murió” por la canción de Don McLean «American Pie» (1971).
Buddy Holly terminó su asociación con “The Crickets” en noviembre de 1958.
Para el comienzo de la gira “Winter Dance Party” consiguió una banda que estaba conformada por Waylon Jennings (bajo), Tommy Allsup (guitarra) y Carl Bunch (batería), con el vocalista principal Frankie Sardo. La gira cubriría 24 ciudades a través del centro de los Estados Unidos en el tiempo que fuera necesario. Las nuevas sensaciones Ritchie Valens,
J.P. Richardson y Dion DiMucci junto con su banda “The Belmonts” se unieron al tour para promover sus grabaciones y tener un ingreso extra.
La gira comenzó en Milwaukee, Wisconsin el 23 de enero de 1959, la frecuencia de viajes pronto se hizo un problema logístico. Las distancias entre los diferentes conciertos no había sido propiamente consideradas cuando organizaron la gira. En lugar de hacer una especie de círculo entre los diferentes lugares, la ruta seguía un zig-zag con distancias que podían llegar hasta más de 400 millas. El autobús de la gira no estaba adecuadamente equipado para el clima, que consistía de nieve hasta la cintura y temperaturas que oscilaban entre los 20 y los 36 grados centígrados bajo cero.
El sistema de calefacción se descompuso poco después de que la gira dio inicio, en Appleton, Wisconsin. Richardson y Valens comenzaron a experimentar síntomas de gripe y el batería Burch fue hospitalizado en Ironwood, Míchigan por pies severamente congelados.
Los músicos reemplazaron su autobús con un autobús escolar y siguieron viajando. Después de que Bunch fue hospitalizado, Carlo Mastrangelo de los Belmonts entró en su lugar como batería. Cuando Dion y los Belmonts estaban tocando, la batería era ocupada por Valens o por Buddy Holly. Como la agrupación de Holly era la última banda en casi todas las presentaciones, Holly, Valens y DiMucci se turnaban para tocar la batería en diferentes bandas en Green Bay, Wisconsin y Clear Lake, Iow.
El lunes 2 de febrero el tour arribó a Clear Lake. El pueblo no había sido considerado como una parada de la gira de los músicos, pero sus promotores, esperando un lleno total, llamaron al representante del Surf Ballroom, Carroll Anderson, y le ofrecieron el show. Él aceptó y prepararon el escenario para esa noche. Para cuando Holly llegó al lugar del concierto, estaba frustrado con el autobús de la gira y había decidido alquilar un avión para llevarlo a su próximo destino, a Fargo, Dakota del Norte. El resto de la gira lo habría alcanzado en la próxima locación en Moorhead, Minnesota, ahorrándole el viaje en el autobús y dejándolo con un día extra de descanso.
El representante del Surf Ballroom, Anderson, llamó a Hubert Jerry Dwyer, dueño de Dwyer Flying Service, una compañía en Mason City, Iowa, para alquilar un avión para volar a Hector Airport, en Fargo, el aeropuerto más cercano a Moorhead. Los arreglos del vuelo fueron hechos con Roger Peterson, un piloto y residente local de 21 años de edad quien fue descrito como “un joven casado que ha hecho su vida alrededor de volar”.
El servicio de vuelo cobró $36 dólares por boleto en el avión Beechcraft 35 Bonanza de 1947, de un motor con cola en V, que tenía la capacidad para tres pasajeros y el piloto. Una confusión popular que tiene origen en la canción de Don McLean “American Pie” es que el avión en el cual los músicos viajaban se llamaba “American Pie“; sin embargo, no existe ningún registro de cualquier nombre que se le haya asignado al N3794N.
Richardson había contraído gripe durante la gira y le pidió a Waylon Jennings su lugar en el avión. Cuando Holly se enteró de que Jennings no iba a viajar en el avión, le dijo en tono juguetón: “¡Espero que tu viejo autobús se congele!”; Jennings contestó en tono bromista: “¡Bueno, yo espero que tu viejo avión se estrelle!”, una réplica con un mal augurio que le remordió por el resto de su vida.
Ritchie Valens, quien alguna vez le había tenido miedo a volar, le pidió a Tommy Allsup su lugar en el avión; los dos apostaron a cara o cruz para decidirlo. Bob Hale, un DJ local de KRIB-AM, quien estaba trabajando en el concierto esa noche, tiró la moneda en un cuarto aledaño al escenario principal poco antes de que los músicos salieran hacia el aeropuerto. Valens ganó así el lugar en el avión.
Dion había sido tomado en cuenta para el vuelo, pero decidió que porque $36 dólares (el equivalente de $307 dólares al año 2018) eran el equivalente a la renta mensual que sus padres pagaban por su apartamento cuando era niño, no podía justificar ese despilfarro de dinero.
Después de que el show había terminado, Anderson llevó a Holly, Valens y a Richardson al Aerorpuerto Municipal de Mason City. El clima al momento del despegue fue reportado como una ligera nevada, un límite superior de 914,4 metros con un cielo oscuro, una visibilidad de 6 millas (9.65 km) y vientos de 20 mph. A pesar de que mal clima había sido reportado a lo largo de la ruta planeada de vuelo, los reportes climáticos que recibió el piloto Peterson no tenían la información necesaria.
La aeronave despegó de manera normal desde la pista 17 (hoy es la pista 18) a las 12:55 a.m. horario central el martes 3 de febrero de 1959. Dwyer, el dueño de la compañía de vuelo, atestiguó el despegue desde una plataforma fuera de la torre de control. Pudo ver claramente la luz de cola del avión la mayor parte del corto vuelo, que comenzó con un giro a la izquierda hacia el noroeste, y una altura de 800 pies (243 m). Se observó que la luz de cola descendió gradualmente hasta que desapareció.
Alrededor de la 1:00 a.m. cuando Peterson esperaba que se comunicara con la torre de control por radio, el operador de radio hizo diversos intentos por orden de Dwyer, pero ninguno tuvo éxito.
Más tarde esa mañana, Dwyer, quien no había sabido de Peterson desde el despegue, voló en otro avión siguiendo la ruta planeada de Peterson; en cuestión de minutos, alrededor de las 9:35 a.m., vio el sitio del accidente a menos de 6 millas del aeropuerto. La oficina del sheriff, alertada por Dwyer, mandó a Bill McGill, quien condujo hasta el lugar del accidente, un campo de maíz perteneciente a Albert Juhl.
El Bonanza impactó el suelo a una alta velocidad; se estima que debió haber sido alrededor de 170 mph (273,58 km/h) cargado hacia la derecha y en una posición en picada. La punta del ala derecha había impactado con el piso primero, proyectando al aeronave en maroma a través del campo congelado por 540 pies (164,592 metros) antes de detenerse recargado en la cerca de la propiedad de Juhl.
Los cuerpos de Holly y Valens habían sido despedidos del fuselaje y se encontraron cerca del accidente. El cuerpo de Richardson había sido lanzado por sobre la cerca y acabó en el campo de maíz vecino, perteneciente a Oscar Moffett, mientras que el cuerpo del piloto Peterson quedó atrapado dentro del resto del avión.
Como el resto de la gira estaba en camino a Minnesota, la labor de identificar los cuerpos recayó sobre Carroll Anderson, el gerente de Surf Ballroom. El forense del condado, Ralph Smiley, certificó que las cuatro víctimas habían muerto al instante, identificando la causa de muerte como “trauma severo al cerebro” para los tres artistas y como “daño cerebral” para el piloto.
La esposa embarazada de Holly, Maria Elena, se enteró de su muerte por los informes en la televisión. Viuda solo después de seis meses de matrimonio, sufrió complicaciones en el embarazo y perdió al bebe por “trauma psicológico”.
La madre de Holly, después de escuchar las noticias en la radio en su casa en Lubbock, Texas, gritó y se desmayó. Maria Elena Holly no asistió al funeral y nunca ha visitado la tumba de Holly. Dijo después en una entrevista
“de cierta manera, me culpo a mi misma, sentía que algo estaba mal cuando él se fue. Yo estaba de dos semanas de embarazo, y quería que Holly se quedara conmigo, pero ya tenía planeada la gira. Fue la única vez que no estuve con él. Y me culpo a mi misma, porque sé que si yo hubiera ido con él a la gira, Buddy nunca se habría subido a ese avión”
Maria Elena
El “Winter Dance Party” no se detuvo; Waylon Jennings y Tommy Allsup continuaron tocando por dos semanas más. Jennings tomó el lugar de Holly como vocalista principal.
Mientras tanto los funerales de las víctimas fueron hechos individualmente; Holly y Richardson fueron enterrados en Texas, Valens en California, y Peterson en Iowa.
La canción de Eddie Cochran “Three Stars” (1959) es la primera canción en conmemorar a los músicos.
Waylon Jennings mencionó el accidente en su canción “A Long Time Ago” (1978), que co-escribió con Shel Silverstein. En la canción dice: “No me pregunten a quien le di mi asiento en ese avión, creo que ya lo saben.”
Me quedé impresionado al leer tu artículo sobre “El día que murió la música”. Es un recordatorio conmovedor de la trágica pérdida que sufrió el mundo de la música el 3 de febrero de 1959. La historia detrás de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper es conmovedora y tristemente icónica. La forma en que relataste los eventos que llevaron a ese fatídico accidente de aviación, junto con las decisiones y los giros del destino que lo precedieron, realmente me hizo reflexionar sobre la fragilidad de la vida y cómo un momento puede cambiarlo todo.
[…] No obstante, el cantante apenas pudo disfrutar de su logro: murió en un accidente aéreo junto a otros roqueros jóvenes solo meses después de lanzar el disco. Tenía diecisiete años y su destino se selló al ganar una apuesta en la que el premio era un asiento en ese avión que iba a estrellarse, pero eso ya es materia de otro cuento… […]