Manuele Fior es un arquitecto de historias como lo debó ser de edificios tras licenciarse como tal en Venecia. Los cimientos de sus relatos son tan sólidos como sus personajes. Y la maestría con la que este verdadero pintor de vidas nos mete en las cabezas de sus protagonistas, es tan digno de elogiar como las detalladas acuarelas que siguen ilustrando sus novelas gráficas, convirtiendo la experiencia de pasar páginas y asistir a sus viñetas en todo un ejercicio de arte en movimiento.
Manuele Fior es uno de esos autores que parecen construirse al margen de modas y tendencias. Cuando muchos tuvimos la suerte de descubrirle en 2009 con su La señorita Else, Fior ya marcaba diferencias incluso con las novelas gráficas más intimistas publicadas por entonces: la elección de escenarios, temas y, sobre todo, su entrega total a detalladas y logradas viñetas a la acuarela, como si fueran pequeños cuadros, ajenos al tiempo, condensados en una historia de imágenes perfectamente concatenadas. Su siguiente obra, Cinco mil kilómetros por segundo, fue mucho más allá en todos los sentidos. Para empezar, ya no era la adaptación de una novela como La señorita Else, sino una historia plenamente del autor. Las sensaciones con este nuevo trabajo se convirtieron en fenómeno, ya que obtuvo el premio Fauve d’Or al mejor álbum en el Festival de Angulema. Público y crítica nos rendimos a un fresco de vida de colores vivos y vivencias realistas en la singular historia de amor de Piero y Lucia. Resulta difícil destacar sólo un logro en la sólida trayectoria de Manuel Fior, y su trazo suelto y poético ha seguido maravillándonos después en La Entrevista o en Celestia hasta llegar, casi con ansia, a poder disfrutar de esta nueva obra: Hypericon.
En ella, Fior se recrea en su habilidad para llevarnos de la mano a las vidas de personajes peculiares, únicos por un lado, completamente creíbles por el otro. Aquí la protagonista es Teresa, prototipo de mujer rendida y fiel a una serie de objetivos que lograr para avanzar en su vida en continua línea recta, sin curvas o recovecos que la hagan salirse del camino marcado. Sobresaliente en lo académico, llegamos con ella a una invernal y fría ciudad de Berlín en la que ha conseguido nada menos que una beca para trabajar en la próxima exposición sobre la tumba de Tutankamón que tendrá lugar en esta ciudad de museos privilegiados. Con lo que no contaba Teresa es con lo que el destino nos depara cuando creemos tenerlo todo atado. Y aquí el autor desdibuja, con su habitual artillería pesada del peso de las relaciones, todas las líneas rectas de Teresa. Porque Teresa, italiana, conoce a otro italiano, Ruben, que no sólo es desordenado vitalmente, sino que su vida se rige más por el caos y la improvisación que por otra cosa. Juntos, comparten un carpe diem sin vuelta atrás en un Berlín detallado en cada calle acuarelada por Fior. E incluso en lo crudo de un invierno visual de muchos tonos de gris, piel y deseo tiñen estas páginas de los colores que nos visten de vida a todos, por mucho que haya quien no quiera reconocer el amor.
Durante la obra se nos regala un segundo contraste gráfico, en forma de diario visual del mismísimo Howard Carter al Valle de los Reyes en Egipto, lugar en el que descubriría la tumba de Tutankamón y la misma magia natural de esa flor única que da nombre al viaje inolvidable de Teresa: Hypericon. Todavía con un dibujo más suelto y luminoso, Manuele Fior nos conduce aquí verdaderamente al interior del descubrimiento, en una doble historia a cual más adictiva donde cada panel pintado es una maravilla en la que recrearse. A la espera de cualquiera que sea tu próximo viaje, no dudes en sumergirte en este que nos propone un autor que sigue innovando, cautivando y haciéndonos disfrutar en la lectura, a veces silenciosa, de su arte convertido en novela gráfica.
SOBRE EL AUTOR
Manuele Fior nació en Cesena (Italia) en 1975. Tras licenciarse en Arquitectura en Venecia se trasladó a Berlín, donde trabajó hasta el año 2005 como autor de cómic, ilustrador y arquitecto. Su primera novela gráfica fue Rosso Oltremare, a la cual siguieron La señorita Else, adaptación de la novela breve de Arthur Schnitzler, y Cinco mil kilómetros por segundo, ganadora -entre otros muchos premios- del Gran Guinigi de Lucca y el Fauve d’Or del Festival de Angulema. Fior vive en París y colabora con diarios y revistas internacionales como The New Yorker y La Repubblica, para la cual ilustró durante un año la sección semanal de literatura dirigida por Alessandro Baricco.
