Poco le queda al personaje al que hoy damos protagonismo para cumplir medio siglo conquistando el siempre apabullante mercado de novedades español con sus aventuras una vez más. Aunque la verdad es que alguno más tiene, porque originalmente nació en esa legendaria e inmutable publicación italiana de nombre Topolino, nada menos que en 1969. Hogar de versiones más elaboradas y originales en algunos casos que las del propio universo de Walt Disney del que provenían, la labor de Topolino sigue vigente a día de hoy, manteniéndose como una de las cabeceras más populares y exportadas del fumetti italiano. En ella, a finales de la década de los 60 del siglo pasado, su redactora jefe de entonces, Elisa Penna y el prolífico guionista Guido Martina, siguieron la idea de Mario Gentillini para convertir en superhéroe a uno de los personajes de Disney. La primera idea fue hacerlo con Micky, por supuesto, pero seguidos por las peticiones de muchos lectores acostumbrados a ver a Donald tan sólo como perdedor, querían verle ganar al menos alguna vez. Para suerte de millones de lectores, Guido Martina e infinidad de dibujantes de talento indudable como Giovan Battista Capri, Romano Scarpa o Massimo de Vita (quienes dibujan en concreto las historias contenidas en el libro que queremos recomendarte), nos ofrecieron una de las mejores creaciones imaginables: Patomas.
En España el personaje apareció por vez primera en febrero de 1976 en el número 134 de la revista Dumbo con la aventura de sus orígenes titulada por entonces “¿Quién es Patomas?”, que recuperaría el exitoso semanario Don Miki ese mismo año. Allí fuimos muchos los que asistimos y esperábamos en especial, cada semana o cada vez que un Don Miki caía en nuestras manos, las peripecias de aquella versión infantil de justiciero enmascarado. No mucho después, la brillante editorial Montena, convencida del éxito del personaje de Patomas, le dedicó incluso varios volúmenes antológicos e incluso un Manual de Patomas con trucos de magia. Bastantes años después Planeta reeditó Patomas con colección propia que llegó a los 10 números.
Llegados a este momento, desde hace unos meses, Panini Cómics se ha tomado realmente en serio traer al mercado español algunos de los títulos más importantes y destacados de los cómics Disney realizados en Italia, con series como La Dinastía de los patos o La Espada de Hielo en ediciones de una calidad excepcional. De lo que no me cabe duda alguna, es de que todos los que crecimos a la original sombra de creaciones arropadas por Don Miki, la mejor y más celebrada noticia de todas fue saber que Patomas volvía también a las estanterías de las mejores tiendas de tebeos gracias a esta edición Disney Limited, es decir, una tirada de 1.500 ejemplares numerados con las primeras aventuras del pato justiciero más divertido del mundo de las viñetas.
La espera desde luego ha merecido la pena en el caso de todas los integrales recuperados hasta el momento donde Disney Limited. Patomas Volumen 1 no es una excepción. Cuidado y manejable tomo en tapa dura, al excelente papel seleccionado le acompaña un extenso y esclarecedor prólogo firmado por Alfons Moliné, teórico de la historieta y animación, especializado en particular en historieta infantil y en manga, donde no sólo nos habla de los orígenes del personaje, sino también de su apasionante evolución hasta llegar a nuestros días. En el interior, seis historias completas, empezando por la prodigiosa “Patomas. El vengador diabólico”, impresas en un cómodo formato de 18×24,5 cm. que nos permite disfrutar a quienes lo leímos originalmente de viñetas más grandes donde disfrutar del talento de cada dibujante que afrontó el dibujo del personaje. Le siguen “Patomas al rescate”, “Patomas ataca de nuevo”, “El doble vuelo de Patomas”, “Patomas y la justicia ultrasónica”, “Patomas y la escuela del Krimen” y “Patomas y el castillo de las tres torres”. En todas las historias, la calidad de reproducción de las planchas se acompaña de una rotulación impecable, de modo que todo en este libro nos invita a disfrutar de una lectura que compensa cada céntimo gastado en las más de 400 páginas que los componen, que se cierran con una galería de las portadas originales de la revista Topolino. Entre aventuras con guiones originales perfectamente construidos en todos los casos por Guido Martina, el despliegue de personajes que todo conocedor del Mundo Pato recordará con cariño junto al Pato Donald o Daisy: sus tres sobrinos Jorgito, Jaimito y Juanito, el ávaro Tío Gilito, el eterno competidor primo Narciso, el incansable inventor Ungenio Tarconi, el maquiavélico multimillonario Rockerduck y un largo elenco de secundarios y villanos interminable.
En todos los casos, el sabor a nostalgia de las aventuras de Patomas es un buen recuerdo de una época en que los niños podían descubrir el mundo superheroico a través de personajes infantiles, no como ahora en que directamente la mayoría los descubren con las películas modernas de Batman, por poner un ejemplo. No es que sean incompatibles, pero si algo demuestran las historias bien escritas es que, no sólo perviven a la época en que fueron escritas y disfrutadas originalmente, sino que generaciones tan distintas a los que sobrepasan los 50 también son capaces de quedar enganchados por las ideas locas de Patomas, “el vengador diabólico”. La prueba de fuego, después de volver a leer estas historias disfrutándolas como si fuese la primera vez, fue dejar en manos de dos adolescentes de catorce años, habituados casi sólo a leer manga, el primer tomo integral que recupera las aventuras de Patomas. Algo escéptico inicialmente, me pudo el asombro cuando en ambos casos el resultado fue el mismo: atrapados por la lectura sin pausa ni poder parar hasta concluir la última página, su único comentario fue “¿dónde está el volumen 2?” No lo dudes: éste es un libro y todo un regalo verdaderamente para todas las edades que, por un momento, de verdad te hace olvidarte de la realidad y volver a creer en modelos sencillos donde resulta fácil distinguir los límites del bien y del mal a través de puro entretenimiento en viñetas.
SOBRE LOS AUTORES
GUIDO MARTINA (1916-1991)
Llamado cariñosamente “El Profesor” por el personal a su cargo, fue uno de los primeros artistas y guionistas italianos de historietas y cómics basados en los personajes de dibujos animados creados por Walt Disney. A lo largo de su carrera produjo más de seiscientas historias cómicas y colaboró con los mejores dibujantes italianos de la época durante toda su carrera. Martina fue famoso en especial desde que firmó en 1949 el primer título de su saga de “Parodias de Disney”, que inició con su cuento “L’inferno di Topolino”, una parodia del mismísimo Infierno de Dante Aligieri. Durante su carrera escribió cientos de historias, creando decenas de personajes tan notables como Paperinik, es decir, Patomas, o Super Daisy. Su particular visión del Universo de los Patos de Disney, cruda y tremendamente cínica, aunque nunca exenta de aspectos cómicos y siempre respetuosa con cánones de Disney, sigue siendo un referente indudable.
GIOVAN BATTISTA CARPI (1927-1999)
Giovan Battista Carpi fue un dibujante de cómics italiano que trabajó principalmente en la realización de cómics de Disney, principalmente en libros protagonizados por el Pato Donald y el Tío Gilito (Scrooge McDuck), aunque ocasionalmente también dibujó a Mickey Mouse. Creó Paperinik (Patomas) con Guido Martina. También creó otros personajes de cómic conocidos para Edizioni Bianconi, como Geppo, Nonna Abelarda y Soldino.
ROMANO SCARPA (1927-2005)
Romano Scarpa fue animador, director de animación, escritor y artista. Nacido en Venecia el 27 de septiembre de 1927, creció leyendo las primeras traducciones italianas de los cómics de Disney y quedó especialmente impresionado con las series de Mickey Mouse de Floyd Gottfredson. En la década de 1940, inspirado por Walt Disney, abrió un estudio de animación, produciendo un par de cortos y varios anuncios. Más tarde, sin embargo, abandonó su estudio y empezó a trabajar de forma irregular para cómics de Disney con el Tío Gilito (Scrooge McDuck), el Pato Donald e incluso los Siete Enanitos. A lo largo de su larga carrera, Scarpa creó varios personajes recurrentes, incluidos Brigitta McBridge, Jubal Pomp, Dickie Duck, Atomo Bleep-Bleep, Portis Plottigat y muchos más.