Celebración de uno de los mejores dibujantes de la historia: «John Romita Jr. La era de los prodigios». Edita Panini Cómics.

El apellido Romita lleva ligado al mundo del cómic más de cincuenta años. John Romita Sr., para distinguirle de su hijo al que, con idéntico nombre, conocemos como Jr., con una vasta y respetada trayectoria como dibujante, aceptó trabajar en 1965 con su antiguo amigo Stan Lee en una editorial llamada Marvel. Comenzó dibujando las aventuras de Daredevil, quien sería uno de sus personajes favoritos el resto de su vida. Aunque, igual que posteriormente su hijo, Romita Sr. alcanzó el reconocimiento del público y su paso a la Historia del Cómic dibujando al eterno Spiderman cuando su co-creador, Steve Ditko, abandonó la editorial. Si empezamos mucho antes del personaje de quien queremos hablar es porque hace realmente muy poco del trágico fallecimiento de John Romita Sr., el pasado mes de junio de este año. Y todo homenaje es poco a la labor y obra de un artista cuya vida arrastró inevitablemente a uno de sus dos hijos a seguir sus pasos. Apenas semanas después, a finales de junio de este año, se publicó este libro: John Romita Jr. La era de los prodigios. Y prácticamente con el mismo tempo de semanas, John Romita Jr. visitó por vez primera España, asistiendo a una exitosa edición de la Comic Con en la ciudad de Gijón a mediados de julio. Sin duda unos meses intensos de emociones encontradas y presencia mediática del apellido Romita tan cerca como lejos llega el legado conjunto de padre e hijo, muy en especial en sus etapas en Marvel.

Resulta inevitable evitar un pequeño escalofrío cuando, enfrentados a las primeras páginas de este curioso libro, lo que encontramos es un prólogo firmado por John Romita Sr. hablando de la carrera de su hijo. Su detallado repaso a los logros de Romita Jr. se basan no sólo en su orgullo como padre, sino a su obvia experiencia como ex Director Artístico de Marvel con más de 30 años de experiencia a sus espaldas en la industria del cómic norteamericano. Nadie mejor que Romita Sr. para recordar las muchas veces que su hijo tuvo que escuchar a lo largo de su carrera ese «nunca habrías conseguido trabajo si no te llamases…» Por suerte para el mundo del cómic, Romita Jr. pasó por encima de los prejuicios de los demás y se ha labrado su carrera artística a base de trabajo y más trabajo. Y todo reto y personaje que le pusieron por delante los superó no sólo con creces, sino con el aplauso de un público entregado que, a día de hoy, como demuestran sus apariciones en público en convenciones, le agradece y reconoce lo que hemos leído y disfrutado por encima del peso de su apellido.

No vamos a resumir los datos biográficos del autor que os recomendamos leer no obstante al final de esta recomendación. Su obra va mucho más allá, por supuesto, y es apenas un resumen de sus mayores logros. Y algo parecido es este John Romita Jr. La era de los prodigios, una homenaje en vida a un autor que merece que celebremos su presencia con cada nueva obra que nos regala. Lo mejor de este libro es que se trata de una biografía ilustrada que ejemplifica cada capítulo de la vida de Romita Jr. con páginas de sus cómics de los que se nos hablan en todo momento. En este sentido hay que agradecer la gran labor de Raimon Fonseca, articulista, divulgador e investigador experto en todo lo relacionado con Marvel y la de Lidia Castillo, declarada «redactora marvelita» igualmente incansable y profundamente conocedora del legado de la Casa de las Ideas. Ambos han realizado una apabullante labor para resumir, resultando tan didácticos como entretenidos los textos introductorios que preceden a los capítulos cronológicos donde se recogen las páginas de algunos de los cómics más representativos dibujados por John Romita Jr. e incluidos en este espectacular tomo en tapa dura.

«El origen de John Romita Jr.» precede a las míticas seis primeras páginas dibujadas por Romita Jr. para Marvel: “Chaos at the Coffee Bean!” (“¡Caos en el Coffe Bean!”), una historia originalmente contenida en The Amazing Spider-Man Annual #11 USA y publicada en 1977. De esta historieta, Raimon Fonseca recuerda que «su propio padre ha comentado que para dibujar la historia eligió ángulso de cámara con los que podría sentirse orgulloso cualquier director de cine», algo fácilmente comprobable cuando nos quedamos embobados mirando la primera viñeta.. Basta comprobarlo mirando la primera viñeta.

El artículo de Fonseca «Un demonio caído del cielo» nos conduce a las páginas de «El demonio en una botella» o el inicio de la fructífera colaboración entre Romita Jr. y el artista Bob Layton, dando vida a inolvidables y memorables páginas como autores de nuevas aventuras de Iron Man, en las que Layton demostró además ser el perfecto entintador para los dibujos de Romita Jr.

Avanzando en la vida del artista, podemos disfrutar de dos aventuras en que Marvel subió las apuestas y, como hicieran con su padre, le colocaron a los lápices de Spiderman. «¡Nada puede detener al Juggernaut!» y «¡Contra el enemigo invencible!» supusieron un paso de gigante para el respeto hacia el artista. Y es que los logrados guiones en este caso de Roger Stern le dieron la oportunidad de demostrar que el toque del dibujante cuando su estilo se hace inimitable y único resulta tan importante como la historia que se cuenta.


Un nuevo texto de Raimon Fonseca titulado «Momento crucial» realmente nos recuerda la encrucijada que vivió en la década de los 90 del siglo pasado Romita Jr. cuando haciendo balance de su carrera, a punto estuvo de abandonar Marvel por DC hasta que llamaron a su puerta el editor Ralph Macchio y otro personaje vital también en la carrera de su padre: Daredevil. El reto aquí fue mucho mayor porque el éxito y renacimiento del personaje en años anteriores a manos del mismísimo Frank Miller dejó el listado increíblemente alto. Sólo que, en las adecuadas manos y guión de Ann Nocenti, Romita Jr. haría tan suyo al personaje que acabaría, años después, dibujando la serie limitada Daredevil: The Man Without Fear junto al propio Frank Miller. Ver para creer. Leer «Feliz Navidad, Kingpin» es tan regalo como dejarse llevar por «En el Valle de los Dioses», «En busca de los Dioses» y «¡Pactar con el Diablo!», tres episodios escritos por el reputado Dan Jurgens en los que Romita Jr. dio vida al Poderoso Thor con un trazo único ya sólo asociable a su forma de dibujar.

Los dos capítulos finales, precedidos por textos nuevamente aclaratorios cuya lectura explicativa se agradece corresponden a otros personajes revitalizado por los lápices de Romita Jr.: en primer lugar las historias escritas por Paul Jenkins «Querida Betty» y «Siempre en mis pensamientos» nos hacen disfrutar del Increible Hulk llegados ya al nuevo siglo (fueron editados originalmente en 2001), para acabar con «Muerte en Cuatro Dimensiones», extensa colección de páginas que supone, como bien titula Lidia Castillo a su introducción «Un regreso fantástico», la mejor forma de retomar las aventuras de Los Cuatro Fantásticos. Evento verdaderamente especial porque Romita Jr. acabó cediendo a una oferta insuperable y en 2014 marchó a DC para ilustrar el más que notable Superman de Geoff Johns. Aunque claro, el peso de su carrera en Marvel acabó devolviéndole a La Casa de las Ideas con cuatro de sus personajes más míticos, justo a tiempo de celebrar el 60 aniversario del nacimiento de Los 4 Fantásticos.

Llegados aquí y antes de unos suculentos extras con bocetos y dibujos inéditos, Lidia Castillo firma un notable artículo final, «John Romita Jr. en el siglo XXI», donde nos recuerda todas esas otras páginas, cabeceras y personajes que han llegado después y con los que Romita Jr. sigue haciendo historia aunque no se incluyan aquí extractos páginas de tantas nuevas maravillas como nuevos renacimientos de más personajes clásicos como Pantera Negra, los Eternos originales de Kirby o cómics tan demoledores, rompedores y únicos como ese Kick-Ass firmado por Mark Millar. La conclusión, después del aperitivo que suponen las maravillosas planchas incluidas en este tomo de más de 300 páginas, es que lo mejor es seguir disfrutando, descubriendo y releyendo de una verdadera leyenda viviente del cómic norteamericano de las últimas décadas. Y que sean miles más las páginas que podamos disfrutar dibujadas por él.

SOBRE EL AUTOR

John Romita Jr por Luigi Novi

JOHN ROMITA JR.

Hijo de Virginia y John Romita (Sr., cuyos trazos definieron el look más icónico del Universo Marvel), John Romita Jr. creció viendo pasar un desfile de superhéroes por la mesa de dibujo de su padre. Tras estudiar arte y diseño, debutó de inmediato en una Casa de las Ideas que ya había dado hogar a alguna creación suya… ya que de su mente adolescente nació el Merodeador.

Su carrera comenzó con las seis páginas de “Chaos at the Coffee Bean!” (“¡Caos en el Coffe Bean!”), una historia contenida en The Amazing Spider-Man Annual #11 USA (1977), pero fue al siguiente año cuando despegó bajo la armadura de Iron Man al acompañar a David Michelinie y Bob Layton en una etapa inolvidable en la que conocimos a personajes como Bethany Cabe o Justin Hammer. Del mismo modo, cuando a principios de los años ochenta comenzó a ilustrar las aventuras del trepamuros en The Amazing Spider-Man, cocreó a Madame Web junto al guionista Dennis O’Neil, o al Duende junto a Roger Stern. Tras ser el artista del evento marvelita Contienda de Campeones y, durante tres años, de La Imposible Patrulla-X de Chris Claremont, desde 1988 a 1990 Romita Jr. se encargó de dar vida al Daredevil de Ann Nocenti sintiéndose, por primera vez, parte del proceso creativo en una etapa que dejó aún más personajes para la posteridad, como María Tifoidea.

En los noventa se reencontró con varios de esos héroes, como los mutantes con Scott Lobdell a los guiones, Iron Man en “La Segunda Guerra de las Armaduras” de John Byrne, o Daredevil en El Hombre sin Miedo, que en 1993 le reunió con Frank Miller. También ilustró otros como El Castigador en “Zona de Guerra”, Cable en su propia miniserie, o el relanzamiento de Thor junto a Dan Jurgens. Pero fue con su amistoso vecino arácnido con quien cerró la década y cambió de siglo, balanceándose desde Peter Parker: Spider-Man junto a Howard Mackie hasta El Asombroso Spiderman con el guionista televisivo J. Michael Straczynski, con quien firmó increíbles arcos argumentales y un sentido homenaje a las víctimas de los atentados del 11-S.

Los dosmiles le depararían aún más títulos imprescindibles con personajes tan famosos como Lobezno en “Enemigo del Estado”, de Mark Millar, o Hulk con Greg Pak, en el evento World War Hulk… También fue el encargado de volver a presentar y hacer relevantes, en el Universo Marvel moderno, a personajes clásicos como Pantera Negra, en el inicio de la memorable etapa de Reginald Hudlin, o Los Eternos, las creaciones de Jack Kirby, recuperadas por Neil Gaiman en una deliciosa miniserie. Romita Jr. regresó una vez más a la cabecera de Spidey junto al guionista Dan Slott, y de nuevo con Millar, cocrearon un nuevo título propio que rompería con todo, tanto entre viñetas como en la gran pantalla: Kick-Ass.

Romita Jr. lo ha hecho todo, y no sólo en Marvel.En 2014 aterrizó en DC, donde dibujó el Superman de Geoff Johns, All-Star Batman con Scott Snyder, o Superman: Year One, una vez más junto a Frank Miller. Unos años después, a principios de 2021, d

ecidió volver a casa justo a tiempo para la celebración del sexagésimo aniversario de la Primera Familia marvelita, ilustrando Fantastic Four #37 USA: 60 Años… y poco después ayudó a soplar las velas al héroe con el que comenzó su trayectoria en la editorial, como artista de la actual etapa de El Asombroso Spiderman escrita por Zeb Wells… se ve que usar lanzarredes es como montar en bici, no se olvida.

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El apellido Romita lleva ligado al mundo del cómic más de cincuenta años. John Romita Sr., para distinguirle de su hijo al que, con idéntico nombre, conocemos como Jr., con una vasta y respetada trayectoria como dibujante, aceptó trabajar en 1965 con su antiguo amigo Stan Lee en una editorial llamada Marvel. Comenzó dibujando las aventuras de Daredevil, quien sería uno de sus personajes favoritos el resto de su vida. Aunque, igual que posteriormente su hijo, Romita Sr. alcanzó el reconocimiento del público y su paso a la Historia del Cómic dibujando al eterno Spiderman cuando su co-creador, Steve Ditko, abandonó la editorial. Si empezamos mucho antes del personaje de quien queremos hablar es porque hace realmente muy poco del trágico fallecimiento de John Romita Sr., el pasado mes de junio de este año. Y todo homenaje es poco a la labor y obra de un artista cuya vida arrastró inevitablemente a uno de sus dos hijos a seguir sus pasos. Apenas semanas después, a finales de junio de este año, se publicó este libro: John Romita Jr. La era de los prodigios. Y prácticamente con el mismo tempo de semanas, John Romita Jr. visitó por vez primera España, asistiendo a una exitosa edición de la Comic Con en la ciudad de Gijón a mediados de julio. Sin duda unos meses intensos de emociones encontradas y presencia mediática del apellido Romita tan cerca como lejos llega el legado conjunto de padre e hijo, muy en especial en sus etapas en Marvel.

Resulta inevitable evitar un pequeño escalofrío cuando, enfrentados a las primeras páginas de este curioso libro, lo que encontramos es un prólogo firmado por John Romita Sr. hablando de la carrera de su hijo. Su detallado repaso a los logros de Romita Jr. se basan no sólo en su orgullo como padre, sino a su obvia experiencia como ex Director Artístico de Marvel con más de 30 años de experiencia a sus espaldas en la industria del cómic norteamericano. Nadie mejor que Romita Sr. para recordar las muchas veces que su hijo tuvo que escuchar a lo largo de su carrera ese «nunca habrías conseguido trabajo si no te llamases…» Por suerte para el mundo del cómic, Romita Jr. pasó por encima de los prejuicios de los demás y se ha labrado su carrera artística a base de trabajo y más trabajo. Y todo reto y personaje que le pusieron por delante los superó no sólo con creces, sino con el aplauso de un público entregado que, a día de hoy, como demuestran sus apariciones en público en convenciones, le agradece y reconoce lo que hemos leído y disfrutado por encima del peso de su apellido.

No vamos a resumir los datos biográficos del autor que os recomendamos leer no obstante al final de esta recomendación. Su obra va mucho más allá, por supuesto, y es apenas un resumen de sus mayores logros. Y algo parecido es este John Romita Jr. La era de los prodigios, una homenaje en vida a un autor que merece que celebremos su presencia con cada nueva obra que nos regala. Lo mejor de este libro es que se trata de una biografía ilustrada que ejemplifica cada capítulo de la vida de Romita Jr. con páginas de sus cómics de los que se nos hablan en todo momento. En este sentido hay que agradecer la gran labor de Raimon Fonseca, articulista, divulgador e investigador experto en todo lo relacionado con Marvel y la de Lidia Castillo, declarada «redactora marvelita» igualmente incansable y profundamente conocedora del legado de la Casa de las Ideas. Ambos han realizado una apabullante labor para resumir, resultando tan didácticos como entretenidos los textos introductorios que preceden a los capítulos cronológicos donde se recogen las páginas de algunos de los cómics más representativos dibujados por John Romita Jr. e incluidos en este espectacular tomo en tapa dura.

«El origen de John Romita Jr.» precede a las míticas seis primeras páginas dibujadas por Romita Jr. para Marvel: “Chaos at the Coffee Bean!” (“¡Caos en el Coffe Bean!”), una historia originalmente contenida en The Amazing Spider-Man Annual #11 USA y publicada en 1977. De esta historieta, Raimon Fonseca recuerda que «su propio padre ha comentado que para dibujar la historia eligió ángulso de cámara con los que podría sentirse orgulloso cualquier director de cine», algo fácilmente comprobable cuando nos quedamos embobados mirando la primera viñeta.. Basta comprobarlo mirando la primera viñeta.

El artículo de Fonseca «Un demonio caído del cielo» nos conduce a las páginas de «El demonio en una botella» o el inicio de la fructífera colaboración entre Romita Jr. y el artista Bob Layton, dando vida a inolvidables y memorables páginas como autores de nuevas aventuras de Iron Man, en las que Layton demostró además ser el perfecto entintador para los dibujos de Romita Jr.

Avanzando en la vida del artista, podemos disfrutar de dos aventuras en que Marvel subió las apuestas y, como hicieran con su padre, le colocaron a los lápices de Spiderman. «¡Nada puede detener al Juggernaut!» y «¡Contra el enemigo invencible!» supusieron un paso de gigante para el respeto hacia el artista. Y es que los logrados guiones en este caso de Roger Stern le dieron la oportunidad de demostrar que el toque del dibujante cuando su estilo se hace inimitable y único resulta tan importante como la historia que se cuenta.


Un nuevo texto de Raimon Fonseca titulado «Momento crucial» realmente nos recuerda la encrucijada que vivió en la década de los 90 del siglo pasado Romita Jr. cuando haciendo balance de su carrera, a punto estuvo de abandonar Marvel por DC hasta que llamaron a su puerta el editor Ralph Macchio y otro personaje vital también en la carrera de su padre: Daredevil. El reto aquí fue mucho mayor porque el éxito y renacimiento del personaje en años anteriores a manos del mismísimo Frank Miller dejó el listado increíblemente alto. Sólo que, en las adecuadas manos y guión de Ann Nocenti, Romita Jr. haría tan suyo al personaje que acabaría, años después, dibujando la serie limitada Daredevil: The Man Without Fear junto al propio Frank Miller. Ver para creer. Leer «Feliz Navidad, Kingpin» es tan regalo como dejarse llevar por «En el Valle de los Dioses», «En busca de los Dioses» y «¡Pactar con el Diablo!», tres episodios escritos por el reputado Dan Jurgens en los que Romita Jr. dio vida al Poderoso Thor con un trazo único ya sólo asociable a su forma de dibujar.

Los dos capítulos finales, precedidos por textos nuevamente aclaratorios cuya lectura explicativa se agradece corresponden a otros personajes revitalizado por los lápices de Romita Jr.: en primer lugar las historias escritas por Paul Jenkins «Querida Betty» y «Siempre en mis pensamientos» nos hacen disfrutar del Increible Hulk llegados ya al nuevo siglo (fueron editados originalmente en 2001), para acabar con «Muerte en Cuatro Dimensiones», extensa colección de páginas que supone, como bien titula Lidia Castillo a su introducción «Un regreso fantástico», la mejor forma de retomar las aventuras de Los Cuatro Fantásticos. Evento verdaderamente especial porque Romita Jr. acabó cediendo a una oferta insuperable y en 2014 marchó a DC para ilustrar el más que notable Superman de Geoff Johns. Aunque claro, el peso de su carrera en Marvel acabó devolviéndole a La Casa de las Ideas con cuatro de sus personajes más míticos, justo a tiempo de celebrar el 60 aniversario del nacimiento de Los 4 Fantásticos.

Llegados aquí y antes de unos suculentos extras con bocetos y dibujos inéditos, Lidia Castillo firma un notable artículo final, «John Romita Jr. en el siglo XXI», donde nos recuerda todas esas otras páginas, cabeceras y personajes que han llegado después y con los que Romita Jr. sigue haciendo historia aunque no se incluyan aquí extractos páginas de tantas nuevas maravillas como nuevos renacimientos de más personajes clásicos como Pantera Negra, los Eternos originales de Kirby o cómics tan demoledores, rompedores y únicos como ese Kick-Ass firmado por Mark Millar. La conclusión, después del aperitivo que suponen las maravillosas planchas incluidas en este tomo de más de 300 páginas, es que lo mejor es seguir disfrutando, descubriendo y releyendo de una verdadera leyenda viviente del cómic norteamericano de las últimas décadas. Y que sean miles más las páginas que podamos disfrutar dibujadas por él.

SOBRE EL AUTOR

John Romita Jr por Luigi Novi

JOHN ROMITA JR.

Hijo de Virginia y John Romita (Sr., cuyos trazos definieron el look más icónico del Universo Marvel), John Romita Jr. creció viendo pasar un desfile de superhéroes por la mesa de dibujo de su padre. Tras estudiar arte y diseño, debutó de inmediato en una Casa de las Ideas que ya había dado hogar a alguna creación suya… ya que de su mente adolescente nació el Merodeador.

Su carrera comenzó con las seis páginas de “Chaos at the Coffee Bean!” (“¡Caos en el Coffe Bean!”), una historia contenida en The Amazing Spider-Man Annual #11 USA (1977), pero fue al siguiente año cuando despegó bajo la armadura de Iron Man al acompañar a David Michelinie y Bob Layton en una etapa inolvidable en la que conocimos a personajes como Bethany Cabe o Justin Hammer. Del mismo modo, cuando a principios de los años ochenta comenzó a ilustrar las aventuras del trepamuros en The Amazing Spider-Man, cocreó a Madame Web junto al guionista Dennis O’Neil, o al Duende junto a Roger Stern. Tras ser el artista del evento marvelita Contienda de Campeones y, durante tres años, de La Imposible Patrulla-X de Chris Claremont, desde 1988 a 1990 Romita Jr. se encargó de dar vida al Daredevil de Ann Nocenti sintiéndose, por primera vez, parte del proceso creativo en una etapa que dejó aún más personajes para la posteridad, como María Tifoidea.

En los noventa se reencontró con varios de esos héroes, como los mutantes con Scott Lobdell a los guiones, Iron Man en “La Segunda Guerra de las Armaduras” de John Byrne, o Daredevil en El Hombre sin Miedo, que en 1993 le reunió con Frank Miller. También ilustró otros como El Castigador en “Zona de Guerra”, Cable en su propia miniserie, o el relanzamiento de Thor junto a Dan Jurgens. Pero fue con su amistoso vecino arácnido con quien cerró la década y cambió de siglo, balanceándose desde Peter Parker: Spider-Man junto a Howard Mackie hasta El Asombroso Spiderman con el guionista televisivo J. Michael Straczynski, con quien firmó increíbles arcos argumentales y un sentido homenaje a las víctimas de los atentados del 11-S.

Los dosmiles le depararían aún más títulos imprescindibles con personajes tan famosos como Lobezno en “Enemigo del Estado”, de Mark Millar, o Hulk con Greg Pak, en el evento World War Hulk… También fue el encargado de volver a presentar y hacer relevantes, en el Universo Marvel moderno, a personajes clásicos como Pantera Negra, en el inicio de la memorable etapa de Reginald Hudlin, o Los Eternos, las creaciones de Jack Kirby, recuperadas por Neil Gaiman en una deliciosa miniserie. Romita Jr. regresó una vez más a la cabecera de Spidey junto al guionista Dan Slott, y de nuevo con Millar, cocrearon un nuevo título propio que rompería con todo, tanto entre viñetas como en la gran pantalla: Kick-Ass.

Romita Jr. lo ha hecho todo, y no sólo en Marvel.En 2014 aterrizó en DC, donde dibujó el Superman de Geoff Johns, All-Star Batman con Scott Snyder, o Superman: Year One, una vez más junto a Frank Miller. Unos años después, a principios de 2021, d

ecidió volver a casa justo a tiempo para la celebración del sexagésimo aniversario de la Primera Familia marvelita, ilustrando Fantastic Four #37 USA: 60 Años… y poco después ayudó a soplar las velas al héroe con el que comenzó su trayectoria en la editorial, como artista de la actual etapa de El Asombroso Spiderman escrita por Zeb Wells… se ve que usar lanzarredes es como montar en bici, no se olvida.

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