La revelación del color: “Kroma” de Lorenzo de Felici. ECC Ediciones

No todo iba a ser malo cuando hablamos de globalización. Los autores de cómic españoles lo saben muy bien y desde hace mucho tiempo. Sin caer en olvidarnos de alguien, seguro que a tí también te vienen a la cabeza infinidad de nombres propios que hicieron y hace las Américas o que gracias a sus carreras en el mercado franco-belga han logrado premios reconocidos en el campo del cómic a nivel mundial. Lógicamente y siguiendo ese ejemplo, el mismo fenómeno se vive en cualquier país cercano europeo o en los confines de Asia. Por suerte, el talento se sigue exportando y vendiéndose bien. Pero incluso por encima del merecido éxito comercial de quienes se han ganado su nombre a base de mucho trabajo, el libro que quiero recomendaros hoy recoge algo aún incluso más enriquecedor que el éxito de ventas de un título. Y esto es la maravillosa mezcla cultural que supone el éxito de cualquier dibujante y guionista a nivel global.

La de Lorenzo De Felici es una de esas historias, aceleradas por la inmediatez tecnológica de este siglo. Como tantos otros ilustradores con talento del de verdad, todavía se mantiene en la red su blog Dietrock que inició en 2007, que mantuvo actualizado hasta 2014, momento a partir del cual su trabajo único fue ascender y añadir su firma y dibujos cada vez en proyectos más importantes. Como tantos otros dibujantes italianos comenzó su carrera en la legendaria editorial de Sergio Bonelli, con portadas e interiores para diversos títulos, llegando dibujar incluso algún número de la serie por excelencia de esa editorial que es Dylan Dog. Sin embargo, como ha repetido en numerosas entrevistas, ese típico dibujo europeo o italiano, en blanco y negro, ceñido a un canon inamovible, nunca le convenció del todo: “Mi sensibilidad artística y mi estilo no están realmente orientados a lo italiano. Reconozco el valor de esta tradición, pero realmente no me identifico con ella”. Un paso más allá cruzó fronteras y trabajó también en Francia, para Ankama Editions, algo más cerca de dejar fluir su trazo y demostrar su propio estilo al mundo. En palabras del autor, revelando todas sus influencias: “los cómics italianos tienen una fuerte tradición de los años 50 y 60: con esa forma realista y antigua de contar las historias con un personaje que explica muchas cosas en bocadillos. No hay mucha acción. El mercado francés, por el contrario, está muy influenciado por el manga y el arte japonés en general. Es difícil señalar cuál es la causa específica de estas similitudes, pero creo que hay algo cultural tanto en Francia como en Japón. Los cómics están realmente arraigados en la sociedad. Todo el mundo lee cómics tanto en Francia como en Japón, desde las ancianas hasta los niños pequeños, por lo que los cómics están dirigidos a todo el mundo”. Su oportunidad llegó no obstante desde un poco más lejos: desde Estados Unidos y su poderoso y gigantesco mercado de cómics. Ese rey Midas de las viñetas que ha sido en las últimas décadas el conocido Robert Kirkman (Los muertos vivientes, Invencible…), se dejó seducir por el obvio potencial de Lorenzo De Felici y lo convirtió en uno de los artistas de la serie Oblivion Song de Skybound/Image Comics. El resto es historia reciente.

El buen resultado comercial de Oblivion Song y la aceptación del estilo de Lorenzo De Felici en un mercado tan cambiante, agitado y diferente al antiguo mundo de sólo superhéroes como es el mercado norteamericano, puso en el mapa la forma de hacer de un artista nacido en Europa cuyas influencias siempre fueron mucho más allá de la línea clara. En ese punto es cuando Kroma, una historia que llevaba mucho tiempo en la cabeza de De Felici con infinidad de bocetos, trabajo e incluso otra historia completamente diferente a la que ahora hemos podido leer, tuvo su oportunidad. Kirkman le ofreció Skybound para editar originalmente la que es su primer obra como autor completo. Y honestamente, disfrutando del resultado, esperemos que sea sólo el inicio de algo mucho más grande.

Con un dominio de los contrastes de color espectacular (puedes comprobarlo disfrutando del adelanto con el que acaba esta reseña un poco más abajo), Lorenzo De Felici nos lleva hasta la inhóspita y poco acogedora Ciudad Pálida, un lugar gris donde está prohibido el color y donde cada cierto tiempo tiene lugar un ritual en el que los humanos que han sobrevivido a un mundo arrasado teóricamente por monstruos, recuerdan “la Gran Traición” del conocido como Rey de los Colores, momento en que los seres humanos pasaron a ser presas, viéndose obligados a encerrarse tras las murallas de Ciudad Pálida. Sólo que el Rey de los Colores no se rindió en su afán por acabar con la humanidad y trató de meter en la ciudad a su prole con un nuevo tipo de monstruo. Sin embargo lo atraparon y “cada 10 lunas” lo liberan para volver a darle caza. En el centro de tan violenta ceremonia conocemos a los makkas, discípulos aventajados de quien parece ser un sacerdote supremo bajo el seudónimo de Makavi. El problema y el inicio real de esta historia ocurre cuando uno de los makkas, Zet, llega al momento en que retiran a la gente del “monstruo” antes de que lo maten, para así poder encerrarlo y repetir el ritual más adelante. En ese momento, desprovisto de su máscara y disfraz por los golpes de la turba alentada por el fanatismo del Makavi, Zet se encuentra con que, debajo del supuesto monstruo, lo que hay en realidad es una persona… y no sólo eso, sino que se trata de una chica, con un ojo de un profundo color azul.

A partir de ese momento nada será igual para Zet. Y esa gota de luz en forma de color en su mundo gris en blanco y negro podría suponer el fin de unas creencias basadas, como todas las religiones, en el miedo, la ignorancia y la sinrazón. Y Lorenzo De Felici nos atrapa y nos arrastra en una aventura única y diferente, con un estilo ágil de narración al que acompañan dibujos más espectaculares a cada página, en especial cuando el camino transcurre fuera de los muros de Ciudad Pálida y allí descubrimos, como los protagonistas, los colores que estaban prohibidos en el interior. La experiencia no sólo sorprende sino que nos da pie a releer el cómic más de una vez cuando entendemos la trabajada trama tejida por De Felici en torno a sus personajes y su evolución. E incluso cuando el propio autor recuerda, editado originalmente en Estados Unidos, donde los formatos habituales y tamaño son muy diferentes a los europeos: “los franceses son más grandes y el arte realmente se beneficia de eso”, la verdad es que la edición de ECC Cómics es excepcional con su tapa dura, su cuidada elección del papel y todos los extras añadidos, portadas originales y bocetos incluidos. Un tomo de formato americano donde aún así cada ilustración del autor brilla con luz propia, resaltando esos colores que reivindica en el mundo gris de Ciudad Pálida. Colores que, analizados junto al resto de Kroma, incluyen un mensaje realista y cruel pero a la vez optimista y esperanzado, como las mejores epopeyas tan habituales en Europa o Japón. Sin duda el descubrimiento del mes y un autor al que no perder la pista en todo lo que sea capaz de crear y dibujar a partir de aquí.

SOBRE EL AUTOR

LORENZO DE FELICI

Lorenzo De Felici es un dibujante de cómics y colorista italiano. Después de graduarse en la Escuela de Cómics de Roma, comenzó a trabajar como colorista para Sergio Bonelli Editore en la miniserie Caravan (portadas) y en la serie Orfani (interiores). Continuó su trabajo como colorista en la serie Lukas (portadas) y Dylan Dog en su número 337, Spazio Profondo (interior). En 2013 coloreó la novela gráfica Monster University para Walt Disney America. Debutó en Francia con la serie Drakka para Ankama Editions, escrita por Frederic Brémaud. En 2018 co-creó -con Robert Kirkman– la serie Oblivion Song, para Skybound/Image Comics.

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