No hay excusas para no viajar si tienes un libro o un cómic cerca. Da igual el género o el tema. Cada libro que decides abrir es una puerta a otro mundo dentro de éste si le das el tiempo de atraparte. Otra de las cosas más fascinantes encerradas en los libros es cómo, sin importar a veces dónde fue escrito, hay autores y autoras que logran descubrir historias perfectas que contarnos que se convierten en universales. Visto al revés, hay géneros que no pueden evitar beber de las mismas fuentes populares que, en este mundo globalizado, todos conocemos, y aún así, crear algo nuevo.
Sabéis de la debilidad de esta sección por el cómic europeo, que la mayor parte de veces acaba siendo franco-belga. Pero descubrir páginas y maravillas como este La fosa, soñado, escrito y dibujado por Erik Kriek, un autor y artista de origen holandés, no hace sino convencernos de la universalidad de las buenas historias y la cultura común que, en géneros como el terror, es capaz de asombrarnos pero sobre todo unirnos abriendo puertas a la imaginación.
La admiración y conocimiento del género de terror por parte de Erik Kriek es visible desde la primera página con la que se inicia el viaje de La fosa. Estamos ante un cómic exquisitamente orquestado y magistralmente dibujado. Kriek nos atrapa desde el primer momento con una notable exhibición de lo que vamos a poder disfrutar a lo largo de todo el libro, dibujando paisajes y escenarios de bosques y viejas casas de aspecto inevitablemente góticas que, ambientados a las afueras de Amsterdam, en Holanda, bien podrían pasar por imágenes de cualquier bosque y pueblo perdido de la Norteamérica profunda en la que tantas historias de horror se sitúan.
Y pese a estar ante un trabajo cuidadosamente meditado, planeado y ejecutado, la elección de planos, incluyendo en ocasiones escenas que nos colocan a vista de pájaro, La fosa destila un admirable sabor cinematográfico a lo largo de toda su narración que resulta en que sus respetables 129 páginas nos parezcan apenas un suspiro de principio a fin. Porque no puedes dejar de leer, de querer saber. Desde la base del miedo, que nos impide dejar de mirar aún cuando afrontamos una secuencia horrible, la esencia de La fosa te arrastra sin remedio como lo hace con sus atormentados personajes.
Huub y Sara Kuylders huyen de la ciudad y de su antiguo hogar superados por la muerte de su hijo Ruben en un accidente de tráfico. La suerte o el destino ponen en su camino una excusa perfecta: Huub, arquitecto adicto al trabajo y acostumbrado a grandes proyectos, hereda un viejo caserón lejos del bullicio en los peculiares y enigmáticos bosques del Veluwe. Rodeados de la tranquilidad que les otorga tener su propio bosque, las perspectivas no podían ser más idílicas: el matrimonio necesita dedica tiempo a hacer habitable la casa e incluso remodelar un garaje cercano al caserón para convertirlo en taller, detalle que nos descubre que Sara estaba a punto de convertirse en una pintora de éxito cuando ocurrió la muerte de su hijo.
Y entonces Kriek empieza a desmigar los oscuros secretos que encierra el lugar y que explican las misteriosas marcas rúnicas que adornan algunas de las hayas centenarias del bosque cercano donde, a su llegada, una tormenta ha conseguido tumbar uno de aquellos monumentales árboles dejando al descubierto el título del cómic y mucho más. Aquí resulta obvio que la admiración de Erik Kriek por el terror de tinte gótico no es primeriza. Ediciones La Cúpula editó en España hace tiempo ya el libro Lovecraft: Desde el Más Allá, donde el artista recreaba en forma de cómic algunos de los relatos más populares y conocidos de uno de los autores por excelencia. Los guiños al maestro de Providence surgen de modo natural cuando Sara y Huub descubren en la buhardilla de su nuevo hogar una caja repleta de cuadernos garabateados con los mismos símbolos grabados en la corteza de los árboles. También entonces Sara comienza a tener una serie de vívidas pesadillas en las que reiteradamente aparece su hijo.
Y así el bosque y el charco sin fondo y la historia de la casa y de sus anteriores habitantes comienza a convertirse en una obsesión para Sara de la que no vamos a revelar más detalles, porque merece la pena que los descubras y te asombres directamente perdiéndote en ese bosque que Kriek ilustra de forma tan detallada y prodigiosa con un estilo único que recuerda a los grandes ilustradores de historias de terror norteamericanos de las décadas de los 50 y 60, mezclado con un toque del mejor Charles Burns en sus brutales contrastes de luz y sombras, con el uso de apenas cuatro colores para provocar un logrado efecto visual: azul verdoso, ocre, encarnado y varios tonos de rojo.
No podemos dejar de hablar que el marcado perfeccionismo gráfico de Erik Kriek, quien aparte de dedicarse a los cómics es ilustrador profesional a tiempo completo, ha tenido la gran suerte de dar para la publicación de sus cómics en España con una editorial como cARTEm Cómics que vuelven a hacer honor a su nombre con una impresionante edición a la altura del material gráfico de La Fosa. El libro saltará a tus manos en cualquier buena tienda de cómics que visites cuando veas y toques el logrado efecto mate de la espléndida portada del libro. Sobrecubierta satinada y papel interior mate resaltan el particular dibujo de este artista holandés del que gracias a cARTEm Cómics también podemos disfrutar en España la que fuera su primera novela con repercusión internacional: El Exiliado. El detallismo habitual de esta editorial incluye con el libro una serie de tres gloriosas reproducciones de 15×21 cm. exclusivas que ilustran parte de este artículo. El toque final es un extenso dossier final con bocetos inéditos, estudio de personajes, fondos e incluso portada, con explicaciones de cómo Kriek fue elaborando su obra.
La fosa fue concebida y realizada durante ese caótico momento histórico reciente pero ya casi olvidado o negado por nuestra memoria cortoplacista que fue la pandemia por covid. Con la misma tranquilidad que destilan sus elaborados e intrincados dibujos, Erik Kriek saludaba y animaba entonces a sus seguidores con un “Hola, ha sido un momento duro, con la pandemia y todo lo demás, pero si os digo la verdad, para mí, siendo dibujante de cómics, todo eso apenas tuvo impacto alguno. Dibujar es una ocupación anti-social de todas formas”. Explicando gran parte del tono e incluso el género elegido después de la épica de El Exiliado o la sencillez y limpieza de otra de sus obras más aclamadas como es In the Pines, una colección de baladas musicales sobre asesinatos adaptadas a cómic y editada en España por Norma Editorial, Erik Kriek continuaba anunciando desde su magnífica página web, que te recomendamos visitar, que había terminado La fosa: “es la vez en que, de lejos más rápido he trabajado en un libro. Me llevó un año entintarlo y terminarlo. Escribí la obra cuando estuve ingresado en el hospital en 2018/19 después de sufrir una apoplejía. Quizás esto explica el tono crudo y oscuro de esta historia de terror gótico acerca de la pérdida”.
SOBRE EL AUTOR
ERIK KRIEK
Erik Kriek, nacido en 1966 en Ámsterdam, es un artista versátil que ha dejado su huella en una amplia gama de medios visuales. Después de graduarse en ilustración y artes gráficas en la Academia Rietveld de Arte y Diseño de Amsterdam en 1991, ha construido una carrera diversa como ilustrador independiente. Su trabajo ha adornado desde patinetes y tablas de snowboard hasta carteles, portadas de discos, zapatillas de deporte y, por supuesto, libros y revistas. Ha logrado el reconocimiento internacional por su serie de cómics “mudos” titulada Gutsman. En 2006, cobró vida en el escenario en forma de espectáctulo de teatro musical, combinando elementos de danza y mimo. Su destacada contribución al mundo del cómic le valió el prestigioso premio “Stripschapsprijs” en 2008 en reconocimiento a toda su obra.
El estilo de Kriek se caracteriza por una sensibilidad posmoderna irónica, infundida con elementos de la cultura pop y un toque retro-cómico. Kriek ha colaborado con numerosos clientes internacionales, incluyendo VPRO Gids, Vrij Nederland, NRC, De Volkskrant, Wired (GB), Motorola/Burton (GB), Rome SDS (EE.UU.), entre otros. Entre sus proyectos más destacados se encuentra una adaptación en cómic de varios cuentos del autor de ciencia ficción / terror H.P. Lovecraft, publicado en 2012 y una colección de baladas de asesinatos adaptadas a los cómics llamada In the Pines de 2016. Ambos han sido elogiados tanto por la crítica como por los lectores, siendo traducidos al inglés, español, francés, alemán, italiano, sueco y serbio. In the Pines ganó varios premios y fue adaptado a una pieza teatral y multimedia de larga duración de The Brussels Jazz Orchestra. También atrajo una atención considerable de Hollywood y actualmente se está desarrollando para televisión.
En 2019, publicó su primera novela gráfica de larga duración llamada El Exiliado. Hasta ahora se ha publicado en francés y en alemán, y ahora, gracias a cARTEm Cómics también en español. Su obra más reciente, The Pit ha sido publicada en 2019. Está siendo editada en francés, alemán, italiano, inglés y árabe. Y, por supuesto, nosotros la editamos en español: La Fosa. Actualmente, vive y trabaja en Amsterdam junto con su novia Stans, su hijo Clovis (nacido en 2008), su gato siberiano llamado Whisky, una colección de juguetes y juegos de mesa en constante expansión, así como con ocho banjos… Cuando no está inmerso en su trabajo creativo, Erik disfruta de largos paseos, tocar el banjo, leer, ver películas y participar en complejos juegos de mesa con su hijo y su hermano.
