Cada año, con la inevitable e imprescindible celebración del Batman Day, DC es capaz de tirar la casa por la ventana e inventar nuevas formas de recordarnos por qué hay ciertos personajes que, de ninguna forma, pueden pasar de moda o ser superados por débiles nuevos mitos modernos que, a lo sumo, estarán posiblemente basados en historias y personajes anteriores. Sus héroes, especialmente maltratados en la gran pantalla, donde pocos aficionados comparten, salvo excepciones, las nuevas visiones fastuosas después de tanto escrito, dibujado o filmado, sobreviven mucho más dignamente sobre el papel, donde lo cierto es que, junto a reediciones de material clásico, podemos encontrar aún buenos guionistas y dibujantes manteniendo el legado eterno de DC Comics. Joker: el mundo, es una propuesta a la que no deberías resistirte tanto si eres seguidor de un personaje que, en cualquier época del mundo real, mantendrá su vigencia por encima de las debilidades de todo héroe posible. Para que te hagas una idea: el reto fue poner a autores brillantes de 13 países diferentes a crear 13 historias cortas para una antología de las que difícilmente se olvidan, en el mejor sentido posible.
EL EPÍLOGO ES EL PRÓLOGO
La apuesta comienza realmente fuerte porque de la entrada triunfal protagonizada por autores estadounidenses se encarga el mismísimo Geoff Johns, el guionista que sin duda insufló aire nuevo a DC Comics con sus revisiones de Green Lantern, Aquaman, Flash o Superman. Honestamente, yo volví a leer tebeos de superhéroes gracias al enfoque y vitalidad de Geoff Johns. Al frente de DC durante una muy productiva etapa de grandes éxitos, su labor como productor y guionista también para cine y televisión nos ha dejado títulos inolvidables como Stargirl, que él mismo creó y supervisó, Wonder Woman (productor ejecutivo), Wonder Woman 1984 (que también coescribió), Aquaman (coguionista) y iShazam! (productor ejecutivo), basada ésta última además en una novela gráfica que había realizado él mismo en compañía del legendario dibujante Gary Frank. Sin duda su visión única a la hora de afrontar nuevas ideas le otorga a la primera historia Joker: el mundo, la espectacularidad que merece. Acompañado por el virtuosismo y precisión artística de Jason Fabok como dibujante y Brad Anderson al espectacular color que puedes comprobar, el Joker entra por la puerta grande precedido por su leyenda y su legado criminal, aunque sea en un pueblecito perdido de algún punto de la Norteamérica rural. Y en apenas 7 páginas asistimos a una de las más intensas y escalofriantes entradas del personaje como introducción a su marcha fuera de Gotham por un tiempo en este viaje que ya aquí se promete inolvidable.
VACACIONES DE PRIMAVERA
El cambio de escenario es tan insólito como el cambio de estilo. Nos movemos nada menos que a Madrid de la mano de uno de nuestros dibujantes más prolíficos, internacionales y admirados tanto aquí como más allá de nuestras fronteras: David Rubín. Este artista de origen gallego e impecable trayectoria profesional, nominado en varias ocasiones a los Premios Eisner avanza un paso más en su imparable carrera internacional trayendo a la vida a un personaje de uno de los universos que siempre ha dejado claro en entrevistas es de los que más admira. Como muchos recordaréis, otro nombre mayúsculo del cómic patrio como Paco Roca ya llevó a Batman de vacaciones a Benidorm, así que Rubín hace lo propio con el gran villano maquillado dejándole suelto en una distópica Madrid que en Vacaciones de Primavera pretende dejar en pañales la oscuridad siempre latente de Gotham. Ante la dificultad de condensar un buen relato en pieza corta, Rubín triunfa como guionista y dibujante una vez más, siendo capaz de condensar su gran idea hasta el punto de dejarnos disfrutar de viñetas enormes en las que no sólo retrata al Joker sino también a nuestro admirado Hombre Murciélago. Una pieza maestra.
NO ES JAZZ
Las sorpresas siguen en un delirante relato con Alemania como escenario. De los muchos aciertos de esta propuesta, además de ver a personajes tan puramente norteamericanos sobreviviendo al jet lag y las diferencias culturales, destaca sobre todo la presentación de autores para los que quizás ha sido su primer contacto y experiencia en el mundo de los superhéroes. Torsten Sträter, el guionista de No es Jazz, aparte de ser un friki de la cultura pop y ávido fan de Batman, comenzó su vida profesional como sastre hasta que le iluminó el mundo de la escritura, que le ha llevado a escribir innumerables libros y, posteriormente, muchos guiones con un marcado sentido del humor con el que combate su declarada depresión. Nadie lo diría leyendo este surrealista relato corto en el que el Joker pretende robar la invención de un científico alemán que dice poder controlar el clima. Lo mejor es que sólo consigue desatarlo en un evento tan mítico y representativo de Alemania como el legendario Festival de Heavy Metal Wacken Open Air… cuando al Joker sólo le gusta el Jazz. Semejante proeza de resultado hilarante está aderezado por el anonadante arte gráfico de Ingo Römling, dibujante habitual de series como Star Wars Rebels y Star Wars Resistance, además de colaboraciones con la editorial francesa Dargaud en la serie Les Chroniques de L’Univers o aportaciones para series aparecidas en la nueva Metal Hurlant. Historia de sobresaliente.
TENSIÓN ESTRATÉGICA
El Joker desembarca en su periplo europeo a la milenaria ciudad de Bolonia, una joya en la que el exitoso escritor Enrico Brizzi, quien nació precisamente en esa misma ciudad, cambia nuevamente el registro de este viaje a un soberbio microrrelato donde el Joker se convierte en un personaje que podría figurar en una película de Fellini o en cualquier densa novela negra. Con una extensión algo mayor al de otros relatos (14 páginas), Brizzi teje una historia que refleja las contradicciones y miserias de nuestro cercano mundo real colocando al Joker en mitad de una ciudad donde autoridades y estudiantes de tendencia ciertamente zurda hacen crecer una tensa situación que el Joker aprovecha para demostrar las miserias de cualquier bando en las luchas ideológicas. Excelente el trabajo de Paolo Bacilieri, quien está considerado un maestro del comic italiano. Ganador de infinidad de premios en su Italia natal y con gran repercusión en el cercano mercado del cómic francés, Bacilieri nos otorga la visión más italiana imaginable a su pulcro estilo como dibujante, desdibujando con trazo satírico al Joker mientras ilustra con todo lujo de detalles una ciudad a la que los autores le roban su luz histórica ayudados por la maestría con el color de Vincenzo Filosa, quien curiosamente es también traductor de los grandes maestros del manga en Italia.
LA CIUDAD DE LOS LOCOS, EL CEMENTERIO DE LOS VIVOS
Saltamos al otro lado del océano de la mano de Felipe Castilho, también novelista pero, sobre todo, guionista de cómics y un referente del terror y la fantasía en el país al que llega en este episodio el Joker: Brasil. Castilho reside en São Paulo, inspiradora ciudad a la que considera una “Gotham brasileña mezclada con Apokolips“. Ayudado por el psicodélico dibujo en este caso de Tainan Rocha, otro habitual del mundo del cómic, asistimos al estrambótico intento de convertir Arkham en una franquicia. Y para inaugurar su sucursal en Santana da Mantiqueira, en la zona rural de Minas Gerais, en Brasil, qué mejor idea que trasladar a la estrella absoluta de la institución: el Joker. Aclamado como héroe mediático a su llegada, el giro de guion en esta ocasión es tan digno de elogio como el trabajo al color de Mariane Gusmão, premiada colorista que esboza recuerdos a Dave McKean que, junto a los originales trazos de Rocha retratan a un Joker salido de una pesadilla de Egon Schiele.
EL LUCHADOR
Un poco más arriba en el mapa, desde México llega otra propuesta completamente diferente nacida de la mente de Alvaro Fong Varela, director creativo, guionista, publicista e incluso cómico de monólogos, que se atreve a escribir uno de los relatos más oscuros de esta asombrosa compilación, mezclando el inevitable mundo de los idolatrados y respetados luchadores mexicanos con el enfermizo mundo de pesadilla de un Joker especialmente perturbado, salido de los peores sueños y al que el detallado y sangriento toque carmesí del dibujo de Oscar Pinto convierten en un paseo por el lado más oscuro del personaje que, incluso en su peor versión imaginable, aún es capaz de hacer chistes malos y regodearse en el humor negro. Diseñador gráfico pero también ilustrador y notorio creador de viñetas (es coautor del cómic Crimson en compañía de Humberto Ramos y F.G. Haghembeck), el que podía haber sido el luminoso paso por un país tan colorido como México se convierte en descenso al infierno posible en esta tierra.
KAFKA, CERVEZA, SEMTEX
Volvemos a la vieja Europa para disfrutar de otro original episodio que, en esta ocasión, transcurre nada menos que en la inesperada República Checa. Como si hiciera honor a la larga tradición artística y pictórica de artistas checoslovacos, Michal Suchánek, ilustrador digital, artista conceptual y apasionado de los cómics, el cine y los videojuegos, nos deslumbra con una versión del Joker que reúne en sus viñetas todo género, medio e influencia posible en su elegante desfile de viñetas de impecable narrativa, nitidez y colorido. Quizás uno de los capítulos de Joker: el mundo más genuinamente contemporáneo y moderno, Suchánek le da un toque especial al guion de Štepán Kopriva, quien también demuestra su experiencia como escritor de novelas, televisión y cine, además de un par de cómics publicados en Europa. Su aportación: lacayos del Joker están de gira por Europa buscando en cada país al Joker que pueda ser el más auténtico y representativo de cada nación. Kafka, cerveza y semtex es el delirante acto final en esta especie de Operación Triunfo para psicópatas.
EL LIMPIABOTAS DE LOS IDIOTAS
La siguiente parada en este viaje a lo largo de tantas referencias recala en el puerto e Estambul, rizando el rizo en una de las mayores mezcolanzas temáticas y de autores jamás lograda. A la refrescante propuesta del equipo turco le preceden sus propias vidas, tan insólitas como imaginar a un Joker nacido a finales del siglo XIX al más puro estilo de las recreaciones superheroicas cambiadas de época de Neil Gaiman. El guionista en esta ocasión, Metin Akdülger se dio a conocer como actor en Bensiz, su primera película. Tanto actor como productor, debutó internacionalmente en el Festival de Cine de Cannes con My Favorite Fabric. Aunque sí había experimentado con el cómic en Sophisticated Captain 88, con Osman Oguz Ogun y Sadi Güran. No es el caso, para mayor sorpresa al ver la calidad gráfica y narrativa de El limpiabotas de los idiotas, de Ethem Onur Bilgiç, artista que ha realizado incontables portadas e ilustraciones para revistas y editoriales, además de cine de animación, pero con pocas pistas en viñeta previas al gran trabajo que hace en una aportación de indudable sabor oriental que nos recuerda incluso a los ambientes de Las mil y una noches.
EL IMITADOR
Pasadas tantas versiones de un mismo personaje, es curioso como en realidad según avanzas en el recorrido de Joker: el mundo, las cosas no dejan en ningún momento de ponerse interesantes. Y es que a cada cambio de relato la propia sorpresa del siguiente país y equipo invitados son un aliciente tan importante como la calidad de todas las diferentes aportaciones. El paso por Turquía puso un pie en Oriente pero El imitador aterriza de pleno con ambos en la siempre sorprendente Corea del Sur. Inpyo Jeon es un notable traductor de las historias de DC para el mercado surcoreano y se encarga en este caso de escribir un guion sobre un sangriento imitador del Joker llegado a las calles surcoreanas. Acompañado de Jaekwang Park, dibujante brillante, expresionista, con un estilo completamente diferente a los presenciados hasta aquí, dan vida a una historia sórdida que podría ser perfectamente la continuación de la primera película del Joker con Joaquim Phoenix.
FUNERAL
Matias Timarchi y Germán Peralta nos devuelven a un país que, por cercanía a Estados Unidos, ha dotado al mercado norteamericano de infinidad de grandes autores aún en activo. Hablamos de Argentina, claro. Timarchi es guionista y editor y viaja casi tanto como el Joker de este libro. Entre Buenos Aires, Nueva York y Barcelona, aún le da tiempo de escribir series como Machine Girl y Alien Books. Por su parte Germán Peralta ha colaborado con Marvel Comics, DC Comics, Image y Valiant. Y pese a la infinidad de series que le presentan, es increíble como Funeral destila trazos puramente argentinos en cada viñeta y en todas sus referencias. Eduardo Risso, Enrique Breccia, Ariel Olivetti, Carlos Trillo, Horacio Altuna… son muchos de los nombres que te vienen a la mente repasando las viñetas de Peralta que recurren al fútbol, a la violencia, a las traiciones, en un relato donde nace un Joker argentino digno de despertar la envidia y curiosidad del mismísimo Joker original.
TERAPIA NEGRA
Y aún las últimas historias nos sorprenden con aportaciones tan fuera de lo común como esta historia llegada nada menos que de Camerún, un país del que, personalmente, es el primer cómic que tengo la suerte de leer. Firmado por el Dr. Ejob Gaius, director del Departamento Creativo de Zebra Comics y médico, aunque su pasión por la narrativa lo condujo a dedicarse a la escritura a tiempo completo, Terapia negra está dibujado por Bertrand Mbozo’o Zeh, alias Maitre Show, un dibujante de cómics autodidacta que, no obstante, tiene varios años de experiencia y que ha trabajado para editoriales como Editions Dupuis y Zebra Comics. Asistido al color por E.N. Ejob, quien a su vez resulta ser el gerente de Zebra Comics, otro autor hecho as si mismo que inició su en 2016 gracias a una revista que incluía tres historias diferentes: Totem, Aliya y Tumbu, todas dibujadas y coloreadas por él mismo. Este sorpresivo trío de artistas demuestra en Terapia negra como los tentáculos y redes del Joker a nivel mundial son capaces de llegar hasta el más más aparentemente inocente ciudadano camerunés.
EL BUFÓN REAL
La presencia del Joker en Polonia es una mezcla de Historia, héroes propios y villanos de siempre. Tomasz Kolodziejczak, reputado escritor de ciencia ficción y fantasía, periodista y editor, se permite igualmente escribir guiones para cómics, juegos de rol y poemas. Ganador del premio polaco Janusz Zajdel (equivalente al Hugo) por la novela de ciencia ficción The Colours of Banners, se nota que posee una colección de miles de tebeos y novelas de ciencia ficción por la cantidad de referencias que es capaz de anotar en su breve aportación a Joker: el mundo, con un villano obsesionado por hacerse con un cuadro vital en la historia del arte polaco. El toque clásico se lo otorga Jacek Michalski, veterano dibujante e ilustrador que lleva ilustrando cómics y diseñando portadas de libros desde finales de la década de los 80 del siglo pasado.
EL CHISTE SIN GRACIA
El broche final, en todos los sentidos, nos devuelve a la Gotham original, aunque el equipo creativo proviene del país donde nació el manga. Así que como tal y pese a su colorida portada, El chiste sin gracia es un auténtico manga que, de hecho, te hace ir al final de este impecable tomo en tapa dura para leerlo en el sentido correcto en que se leen los mangas. Satoshi Miyagawa, mangaka desde 2013 con Space Battleship Tiramisu, una de sus obras más conocidas, adaptada al anime en 2018, deja aún más clara su tendencia temática con otra de sus obras: Superman vs. la comida japonesa, creado expresamente para DC. De modo que sí, El chiste sin gracia es en realidad una magnífica broma final que nos hace terminar esta apoteósica recopilación de historias con la misma sonrisa del admirado villano, y sin necesidad de que haya tenido que emplear con el lector o lectora ninguno de sus viles artefactos mortíferos. Dibuja, en blanco y negro, Keisuke Gotou, con trazo detallado, siniestro y particularmente efectivo. Debutante con varios relatos breves para las revistas Weekly Shonen Jump y Shonen Jump+ de Shueisha. One Operation Joker de DC fue su primera serie antes de esta peculiar aportación a la historia del Joker. Final perfecto para un viaje del que disfrutar indudablemente muchas veces.