Recientemente he podido leer en vuestras redes sociales, una entrevista que os hacen en el diario Heraldo de Aragón, en la cual hablabais de las dificultades para que los bolos sean rentables e incluso poder conseguir uno sin adelantar el dinero para dicho concierto. El grupo se formó en el 2007, “El mal menor” es vuestro cuarto disco contando vuestro EP, llevabais cinco años sin publicar un disco… ¿Qué es lo que impulsa a Domador a seguir componiendo, publicar un disco, salir a la carretera…?
Si dejas a un lado la constante inversión de dinero y tiempo, los nulos beneficios, los viajes o el transporte de material propio… poco queda. Siempre hemos defendido la creación de nuestras canciones como una catarsis personal sin la cual estaríamos sumidos en una profunda depresión. Necesitamos componer para un correcto funcionamiento de nuestra vida personal. Salir a la carretera también rellena el depósito anímico; al final entras en un círculo del que difícilmente puedes salir.
Habéis estado en festivales importantes, compartido escenario con artistas de renombre como Izal, Leiva, Ángel Stanich, La Habitación Roja, Maika Makovski, Zahara, Triángulo de amor bizarro… ¿No es suficiente esto para poder vivir de la música?
Por supuesto que no. Compartir cartel en grandes festivales con artistas de renombre es como el crowdfunding; solo le sirve al que no lo necesita. Muchos artistas no viven solo de sacar discos o realizar giras, sino que tienen que sacarse las castañas ejerciendo como músicos de estudio, realizando trabajos de producción, arreglos… o incluso dando clases particulares. No sabemos cuál es la conjunción astral que hay que seguir para poder vivir de la música, pero nosotros preferimos mirar primero a la punta de nuestros pies.
¿Es más difícil darse a conocer a un grupo de Huesca?
Sí y no. Cada vez tenemos más claro que cuantos más contactos tengas en esto de la música, mejor para con tu proyecto. Por H o por B. Pero es así.
En una ciudad como Huesca, la verdad, los contactos son limitados y esto determina según qué aspectos.
Lo importante es currárselo y disfrutar. Con eso, sin salir del local, has conquistado el mundo.
Este es vuestro primer disco como dúo. ¿Ha tenido que ver todo lo que venimos hablando o ha sido más la búsqueda de un camino nuevo?
Realmente Domador nació como dúo. Pronto evolucionamos a trío, casi sin probar el formato original. El momento nos condujo a ello movidos, seguramente, por motivos ajenos a la música.
Actualmente, la crudeza que nos ofrece y permite este formato es algo con lo que nos sentimos cómodos.
Por Domador hemos pasado hasta 7 miembros diferentes y todos hemos aportado lo que Domador necesitaba en ese momento. Al final, todos buscamos nuestro camino.
Domador ha ido cambiando con el tiempo, no es que el tiempo haya cambiado a Domador.
“El mal menor” ha sido grabado por Satur Rodríguez. ¿Qué hizo que lo eligierais a él?
Satur, en suma a ser un crack en lo personal, es un gran músico (de hecho, era profesor vocal de Chema). Conoce bien nuestra idea de proyecto… Pocos saben que justo antes de la pandemia teníamos fecha reservada en el estudio con la antigua formación en trío. Satur iba a ser el productor de aquellas canciones que caerán en el olvido. “El mal menor” se compuso en tiempo récord y nadie mejor que él para encajar nuestras ideas y buscarles el mejor traje para la nueva etapa. No podía ser otro… y, sin duda, fue la mejor elección.
Este disco fue compuesto en gran parte durante la pandemia. ¿Ha tenido que ver la pandemia para que este disco fuera más oscuro?
Seguramente sí. Muchas de las canciones fueron compuestas por videoconferencia en aquel lejano confinamiento y eso seguro que quedó plasmado. Aunque mayormente hablamos de amor y muerte, siempre dejamos una ventana abierta al optimismo. La búsqueda de esa luz tenue de esperanza creemos que nos acompañará hasta el final de nuestros días.
¿Que es la ironía para Domador?
Lo mismo que Domador para la ironía (risas).
Los dobles sentidos o la búsqueda de un significado más allá de lo tangible es algo de lo que podemos hacer bandera. Nos gusta la ironía, el sarcasmo, la burla… Todo ello forma parte de la vida. De hecho, la vida no sería tal sin la ironía. Por eso seguimos aquí, ¡qué irónico!
Vivimos la era del single a single, dicen que el público no tiene tiempo para escuchar un disco al completo. “El mal menor” está concebido como un disco completo. ¿Por qué luchar con lo que parece que está establecido?
Ése ha sido uno de nuestros mayores inconvenientes; no seguimos corrientes o modas preestablecidas. Hacemos lo que hacemos, cuando lo hacemos, porque creemos en ello. Así nos va.
No es nuestro primer disco conceptual y, como amantes de la música, nos parece que es una manera muy bonita de darle forma a una idea. En alguna ocasión se nos ha pasado por la cabeza ir grabando (que no publicando) poco a poco, single a single. Pero al final lo hemos terminado descartando por propia naturaleza.
¿Es Domador feliz?
¿A día de hoy? Mucho.
¿Qué artistas suenan en la playlist de Domador?
Aunque siempre las ha habido, últimamente se han colado canciones más duras de estilo stoner, metal o incluso hardcore. Eagles Of Death Metal, Jinjer, Kyuss, Angelus Apatrida, Royal Blood…
Aunque nunca dejarán de sonar Los Planetas, Manowar, Camilo Sesto o Bertín Osborne.
“Funerales” es la canción más lenta del disco y está en la mitad del disco. ¿Buscabais una cara A y una cara B?
Siempre nos han acompañado las canciones acústicas (“Señora Robot”, “El chico de la manta”, “Mantra Sideral”…) y ésta no fue buscada. Como tantas otras… surgió.
Es una de las más bonitas del disco (si se le puede poner ese adjetivo) y la íbamos a grabar con Santi Rex de Niños del Brasil; pero finalmente quedó tan cruda y nos hizo llorar a tantos en el estudio, que se quedó tal cual está en el disco.
“El irremediable pensamiento de morir”, “Funerales”, “Único superviviente”… ¿Qué significado tiene la muerte para vosotros?
El significado lo buscamos con mayor o menor fortuna en las canciones. Es algo que nos atormenta y lo mejor es buscar esa catarsis de la que hablábamos al componer.
Aunque la muerte es un hilo conductor dentro de este disco, en cada canción tiene diferente búsqueda y resultado. A veces puede sugerir un punto de partida, otras dificultad… quizá la más explícita para nosotros es “Ama y vuela”, que habla de un buen amigo nuestro que decidió quitarse la vida. Allá donde estés, ama y vuela.
“Sucia Sangre” es una de mis favoritas. “Dicen tantas cosas que no son verdad” esta frase es un reflejo de nuestra sociedad, estamos instalados en la mentira, las falsas noticias… ¿Vivimos el momento de la desinformación?
Lo vivimos y la gente se vanagloria de ello. Es enfermizo ver la deriva en la cual estamos sumidos como sociedad. Lo que está en nuestras manos es gritarlo en las canciones y que haya gente que reciba el mensaje. Eso nos da esperanzas en que aún se pueden cambiar las cosas.
El disco se cierra con “Canción fin de año” es un guiño a los cánticos de la afición de la S.D. Huesca. ¿amantes del fútbol?
No te diremos que no, pero hablando de ironía… siempre hemos comentado en el local que un tema festivalero debería de poderse cantar como un cántico futbolero. Y, bueno, ahí tienes el nuestro. Es lo más cerca que vamos a estar de un gran festival, fíjate.
