Espectacular “Undertaker. Edición Integral en Blanco y Negro” de Meyer y Dorison. Norma Editorial.

Aún reconociendo la labor de todos los protagonistas que intervienen en la creación de una historia, puesto que muchas historias de grandes dibujantes no serían nada sin un buen guión, manifiesto mi debilidad total por un defecto que solemos arrastrar los viejos aficionados a la música a otras aficiones. Quienes evolucionamos como personas en la década de los 80 compramos más de una y cien veces discos por las portadas. Pues con Ralph Meyer me pasa lo mismo. Conociendo y respetando su trayectoria al completo, sus cada vez más espectaculares portadas van a tentarte siempre desde las estanterías de tu tienda de tebeos favorita. Porque, si conoces su trabajo y abres cualquiera de sus álbumes, lo que encuentras dentro es siempre aún mejor. Admiración aparte, Frank Meyer ha seguido a lo largo de su vida profesional una senda que roza en muchos cruces de caminos creativos la obra de otro gigante del cómic europeo como Jean Giraud “Moebius”. Comparando el trazo sin dejar de reconocer lo único de su trabajo, la verdad es que el propio Meyer admite cómo llegó a este Undertaker que os recomendamos hoy, cuando le pidió al guionista Xavier Dorison, con quien ya realizó la saga nórdica Asgard, que le escribiera un western cuyo héroe fuera un enterrador: “Esa idea me rondaba en la cabeza desde hacia mucho tiempo. Encontraba el personaje gráficamente muy potente. Necesité tiempo porque, durante años, me prohibí dibujar un western. Mi filiación gráfica con Jean Giraud era evidente y no me sentía preparado para aventurarme en ese terreno. Pero Giraud también estuvo influenciado por Jijé durante muchos álbumes antes de encontrar su estilo… Espero lograrlo algún día”. Bueno, parece que seis álbumes después Meyer ha encontrado el tono adecuado a sus dibujo artesano y Dorison un filón temático con infinitas posibilidades.

Sobre la historia, Dorison reconoce que “encontré el tema original y le dije que sí. El enterrador y su buitre forman parte de los clichés del western. Mi trabajo es volver sobre ese género dándolo a conocer de una manera diferente. El undertaker recoge a un buitre herido, lo encuentra simpático y lo adopta. Al igual que Tintín tiene su Milú, Jonas tiene su buitre… La idea de partida era atravesar Estados Unidos al ritmo de los caballos del furgón de Jonas, repasando los grandes mitos del western: las alambradas en la pradera, los últimos esclavistas del Sur, los vendedores de crecepelo, las sectas que comienzan a surgir, el puritanismo, cómo enterrar a un tipo medio indio…” De este modo, el tándem creativo que ya había hhecho real la citada Asgard y también XIII Mystery 1. La Mangosta, se pusieron manos a la obra y sacaron a la luz en Francia, en enero de 2015 y de la mano de Dargaud, El devorador de oro. Su editorial allí no negó la evidencia de lo que podía traerse entre manos y presentaron este primer álbum como “El mayor western desde Blueberry, por si todavía alguien no se había dado cuenta del paralelismo entre la obra de Meyer y la de Giraud. En un mercado como el francobelga, donde hoy en día la respuesta del público es tan voluble como en el Viejo Oeste, los autores dieron en la diana, cada uno a su estilo. Por eso apenas en noviembre de 2015 llegaría a las tiendas un segundo tomo, Cómo danzan los buitres, que establecería las bases en que los libros de Undertaker presentan ciclos de historias que abarcan dos tomos. Retomando personajes principales, las apuestas del guión de Dorison suben con un guión soberbio: el enterrador Jonas Crow, la bella institutriz inglesa Rose y la criada china Lin deben recoger un cadáver atiborrado de oro en la mina “Red Chance”. Por delante se les presentan tres días y cincuenta millas que recorrer en la carroza fúnebre de Jonas por los abrasadores y polvorientos cañones del desierto. Por si fuera poco, a su llegada les espera un pueblo de mineros alterados que no van a ponérselo nada fácil.

Comparativa entre las páginas de la edición a color con esta Edición Especial en Blanco y Negro.

Llegados a este punto, es momento de recordar y reconocer la importancia de esta Edición Integral en Blanco y Negro de los seis primeros tomos de Undertaker porque, en una era en que incluso la Inteligencia Artificial se apodera cada vez de más campos de la creación y donde la mayoría de artistas y dibujantes que viven de los cómics hace tiempo que se pasaron al digital, curiosamente Frank Meyer se resiste a perder los viejos hábitos del dibujo más tradicional, a diferencia de su gran mentor creativo Jean Giraud, quien también se acogió a la creación digital en sus últimos años. Llama poderosamente la atención porque además, en estos tiempos de redes sociales e inmediatez, Meyer es un autor a quien le gusta compartir su proceso de creación con aquellos que le siguen y admiran. Es muy fácil encontrar videos suyos llevando a cabo las impresionantes portadas y enormes viñetas de Undertaker, así como imágenes en las que muestra sus progresos. En la obra final que conocíamos editada hasta ahora interviene la tercera parte vital de Undertaker, la excelente colorista Caroline Delabie, quien además participa también en los debates sobre el guión y el futuro de la serie. Pero en esta edición de verdadero lujo y gran formato (34×26 centímetros), lo que encontramos es al Ralph Meyer en estado puro, a ese autor que entinta con pinceles y que es capaz de dedicar horas a una sola viñeta. Sino me crees, échale un vistazo a esto que sigue:

La calidad del papel, las tapas duras que lo hacen manejable pese a sus más de 300 páginas y detalles como la lámina de regalo a color que incluye la primera edición de este magnífico tomo, hacen de éste la mejor manera de descubrir las aventuras del enterrador Jonas Crow pero también un regalo magnífico si ya eras aficionado a la serie y quieres saborear la pureza de los espacios en blanco y el uso de la tinta por parte de un dibujante privilegiado que ha mejorado a cada nueva página resuelta.

El segundo ciclo de dos tomos de Undertaker se inició en enero de 2017 con El ogro de Sutter Camp. Aquí Jonas Crow ha dejado ya de ser un lobo solitario para aceptar asociarse con la antigua gobernanta inglesa, Rose Prairie, y la emigrada china, Lin. Tan atípico pero efectivo equipo ofrece servicios de funerales de lujo por todo el país. Sin embargo, el pasado del enterrador sigue saliendo a la luz, reclamándole cuentas pendientes. Un antiguo coronel le avisa de que el Ogro sigue vivo y el tiempo apremia, porque los pedazos de sus víctimas se siguen esparciendo a lo largo y ancho de todo el Oeste. En este tercer tomo Ralph Meyer aporta una espectacular solución para abrir sus álbumes: un dibujo a doble página que nos introduce verdaderamente a lo grande en cada nueva aventura. Detallista, realista al estilo que el género requiere e incluso algo preciosista en su dibujo de la creciente galería de personajes, Meyer reconoce a este respecto que “gráficamente hablando, tengo una tendencia natural a dibujar protagonistas estéticamente hermosos. Lo que a veces es un punto de fricción con Xavier, porque no comparte esa misma dinámica. Las concesiones que hacemos uno y otro finalmente aportan mucho al personaje. El tipo guapo se ha ensuciado, se ha dejado crecer una gran barba despeinada a juego con su hirsuto cabello”. Este nuevo ciclo concluye en noviembre de 2017 con La sombra de Hipócrates, donde Jeronimus Quint, el Ogro de Sutter Camp, continúa su huida en compañía de Rose, gravemente herida. Tras ellos, Jonas Crow y Lin acechan decididos a salvar a su compañera y saldar de una vez por todas las cuentas pendientes con el monstruoso cirujano.

El quinto tomo de la serie, El indio blanco, introduce al fin de pleno a los indios norteamericanos a través de una tribu de apaches chiricahuas, nada menos que la de un tal Gerónimo, al suroeste de Estados Unidos. “Me documenté mucho sobre ellos -explica Dorison- y reproduje muchos de sus rituales. Descubrí el lugar que ocupaban las mujeres en sus comunidades así como su apasionante desapego de lo material. Luego, hice mi ‘selección’ y novelé parte de su viaje”. En la historia, Joséphine Barclay, la mujer más poderosa de Arizona, está dispuesta a hacer todo lo necesario para recuperar el cadáver de su hijo, transformado en esclavo por los apaches hace una década y recientemente asesinado. Sid, su prometido, convencerá a su viejo colega Jonas Crow para adentrarse con él en tierras indias y traer de vuelta el cuerpo… aunque ello pueda costarles la vida. Una vez más Jonas ignorará miedo y peligro y nos conducirá a un viaje que, en este caso, tardó algo más de lo normal en llegar. Y es que el sexto tomo, Salvaje, continuando el hilo argumental centrado en los indios, no se publicaría hasta agosto de 2021. Como ya decíamos, mejorado en cada nueva entrega, Ralph Meyer introdujo en este sexto tomo otra mejora a su espectacular dibujo del línea clara: añadir tonos grises a sus páginas mediante los restos de tinta seca de sus pinceles. El resultado de esta técnica y que se puede apreciar sobre todo en esta edición en blanco y negro es una suavidad y unos accidentes visuales que hacen parecer sus dibujos aún más vivos de lo habitual.

SOBRE LOS AUTORES

Xavier Dorison

Nació en París, Francia, el 8 de noviembre de 1972. Se diplomó en una Escuela de Comercio, pero pronto se dedicó a su verdadera pasión, que no era otra que escribir guiones de cómic. Debutó en el medio con la celebérrima obra El Tercer Testamento, con Alex Alice a los lápices. Fue un gran éxito tanto a nivel de crítica como de ventas. Después de esta serie, comenzó su larga colaboración con Mathieu Lauffray. Juntos crearon Prophet y un particular homenaje a Robert Louis Stevenson: Long John Silver. Entre sus demás guiones, cabe destacar el que realizó para el spin-off de XIII, XIII Mystery: La Mangosta, donde se explican los orígenes del temible asesino de Vance y Van Hamme. Los tomos de Asgard (publicada originalmente en Francia por Dargaud) constituyen otro de sus proyectos más destacados.

Ralph Meyer

Nacido en 1971 en París, Ralph Meyer es dibujante de cómics.  Desde muy joven se interesó por el dibujo, hasta el punto de que a los 20 años abandonó la capital y se trasladó a Bélgica para estudiar ilustración y cómic en el instituto St Luc de Lieja.  Al final de este curso presentó varios proyectos a editoriales, sin éxito. En 1996 conoció al guionista Philippe Tome, con quien un año después desarrolló el primer volumen de la trilogía Berceuse Assassine. Posteriormente, participó en la creación de varias obras como la serie de ciencia-ficción Ian de 2003, la serie de espionaje XIII Mystery en 2008 con Xavier Dorison, por la que recibió el premio de dibujo St Michel de Bruselas. En 2010 dibujó el one-shot Page Noire en colaboración con Denis Lapière y Frank Giroud. En 2012 colabora de nuevo con Xavier Dorison para crear la aventura nórdica Asgard.  En 2015, todavía con Dorison, participará en la creación de la serie Undertaker, inmersa en el universo del western americano. 

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