Ya está a la venta el nuevo trabajo de Sôber, decimoquinto disco del grupo que lleva por nombre ‘ELEGÍA’. ¿Cuando uno lleva tantos discos a sus espaldas, qué busca a la hora de hacer un nuevo disco?
Pues realmente no vas buscando nada. Simplemente lo que quieres encontrar es que las canciones te motiven, que se te sigan poniendo el vello de punta, y disfrutando con lo que haces. Respetando, por supuesto, la esencia del grupo, pero hay que ser sincero con uno mismo. De ahí viene que en unos discos tardes más que en otros. Desde ‘Vulcano’ hasta este ‘ELEGÍA’ han pasado casi cinco años, y ese ha sido el tiempo necesario para encontrar los mejores temas y que nos llegaran al corazón”.
“Mi heroína” fue el primer single que se extrajo de este nuevo disco. Una canción dedicada a la figura de las madres. He podido leer, un comentario de un fans vuestro, el COVID se llevó a su madre hace poco y dice: “que ahora es el momento de sacar los dientes por todo lo que ella quería que lograra…” ¿Qué siente uno al leer o escuchar esto de sus fans?
“Mi Heroína” es una canción dedicada a las madres y un homenaje a la fertilidad. Si ves el diseño del álbum, junto a la letra aparece el dibujo de la Venus de Willendorf y, de alguna manera, es un reconocimiento, un homenaje. Y leer que uno de los fans que ha perdido a su madre por la Covid se siente identificado con la canción y que, de alguna manera, le ha dado fuerzas para tirar hacia delante es todo un orgullo como compositor. Esa canción al final ya no es ni mía, ni de Sôber, sino de todo el público que la escucha y se siente identificado con ella”.
Debido a la pandemia muchas salas de conciertos han cerrado, músicos trabajando en Amazon, así como técnicos de sonido, encargados de luces… medios especializados en música cerrados… ¿Cómo veis vosotros que se ha tratado a la cultura en este país por nuestros gobernantes?
Pues la verdad es que es muy triste y hemos vivido una época muy dolorosa. Ver que a un músico, que lleva muchísimos años dedicándose a lo que se dedica, se le prohíbe (de alguna manera) poder hacer su trabajo sin darle ninguna otra alternativa, es doloroso. Nos hemos sentido todos muy damnificados y muy excluidos. Durante el confinamiento se ha consumido mucha cultura, música y cine, sin embargo, nuestros gobernantes no han apoyado a los creadores, a los artistas en nada, porque para una triste ayuda que había de autónomos… resulta que tenías que cumplir una gran cantidad de requisitos. La mitad de los músicos a los que nos pilló componiendo no los cumplíamos, con lo cual, no hemos tenido ningún tipo de apoyo. Se nos ha dejado de la mano de Dios e indefensos. Eso hace que te sientas rechazado, como excluido de parte de la sociedad, cuando, al fin y al cabo, eres parte primordial de la vida de la gente, como se demostró cuando no podíamos ni salir de casa”.
“E-L-E-G-Í-A” así escrito ¿tiene algún significado especial?
No, en realidad fue algo sólo estético. Buscábamos que el título también tuviese ese punto que siempre nos diferencia, dar una vueltecita de tuerca… pero, en realidad, ‘ELEGÍA’ el significado que tiene es el de la propia palabra.
Vuestro primer disco salió en 1996 “Torcidos”, éramos unos adolescentes, muchos ya somos papás, de hecho, la portada del disco, está creada por Dianna Escobedo hija de Carlos Escobedo. Aun se me pone la carne de gallina cuando recuerdo la primera vez que os vi en ese MetroRock en el metro de Madrid, repleto de adolescentes demandando rock, cambió, interés por descubrir nuevas bandas… ¿Creéis que el rock ha envejecido bien? ¿Hay un público adolescente? ¿Ansía el público descubrir nuevas bandas?
Bueno, yo creo que el rock no ha envejecido, los que envejecemos somos nosotros, con lo cual la música rock sigue estando muy viva. Quizás las nuevas generaciones tiran más hacia el trap o el reguetón, pero yo creo que sí que hay un público al que le gusta el rock, que lo ha mamado en casa o que se lo ha puesto su hermano mayor y le ha enganchado. De hecho, el público de Sôber de las primeras filas es bastante joven, y luego un poco más atrás, está la gente de nuestra edad, los que nos siguen desde hace tiempo. En cualquier caso, creemos que sí que hay un cambio generacional en el rock y tratamos y luchamos porque nuestras producciones sigan estando a nivel bastante actual para que la gente joven se pueda enganchar a una banda como Sôber, con una larga trayectoria detrás.
El siguiente single fue “Verona” del cual se realizó un videoclip. Leyendo los cientos de comentarios de este video me encuentro con uno que dice: “Que lástima que un grupo tan bueno no sea famosísimo, por favor sigan haciendo música son demasiado buenos.”¿Habéis pensado alguna vez qué hubiera pasado si Sôber se hubiera formado en EE.UU.? ¿Hubiera sido otra la película?
No lo creo. Creo que un grupo como Sôber en EEUU hubiese pasado también un poco desapercibido porque había muchas bandas haciendo lo que Sôber estaba haciendo. Considero que uno de los alicientes fuertes fue que aquí en España nuestro estilo no era algo que estuviera muy generalizado. Teníamos ese rock urbano, por parte de Barricada; una parte mucho más cañera, con Soziedad Alkoholika; y, digamos, que en la parte del rock más clásico que existía en España, ya estaban Barón Rojo o Obús. Entonces salía un grupo como nosotros, y era un poco difícil ubicarlo. Yo creo que, a día de hoy, nos sentimos muy orgullosos. Hay gente que dice eso de que Sôber es un grupo que no ha sido muy valorado, pero no lo veo así. Echo la vista atrás y veo casi 400.000 discos vendidos, centenares de conciertos dados, y el hecho de que, después de 25 años sigamos dedicándonos a la música cien por cien, para mí ya es un reconocimiento más que grande. Y el séquito de fans, con la autenticidad que tienen nuestros fans, es el mejor regalo que pueda tener un artista.
‘ELEGÍA’ sale publicado en vinilo con una edición deluxe en formato libro de tapa dura junto la versión en CD y el código de descarga digital y el formato CD también de tapa dura. ¿Tenéis vosotros alguna predilección de formato para escuchar música?
Yo personalmente sí. Creo que de ahí viene un poco el empeño que hemos puesto en el vinilo. Somos de tenerlo en la mano, de poder acariciarlo, tocarlo, olerlo, de poder leer las letras a un tamaño que, a nuestra edad, lo podamos ver… Nosotros apostamos por el vinilo como formato, aunque otra cosa es que luego, diariamente, tú escuches la música de una manera más sencilla, en plataformas digitales, porque ya ni los coches llevan lector de CDs. Al final una cosa es donde tú escuchas la música, y otra el formato donde compras la música.
Hace unos meses me llegaron las regalías que recibía Britney Spears en Spotify con su primer single, eran millones de dólares… Me vino a la cabeza la cantidad de grupos que publican su música en esta plataforma y que sus regalías son pocas o nada, pero que son necesarios para que la maquinaria de Spotify viva. ¿Una banda como Sôber puede vivir del mundo digital?
Creo que la parte digital, a un grupo como Sôber, no le aporta mucho. A la compañía sí le está aportando un poco más, quizás por eso se siguen sacando discos, se siguen haciendo producciones… pero, realmente, un grupo de rock, si no es por los conciertos, no puede mantenerse. Ahí lo más importante es que la gente siga apostando por ir a ver conciertos y disfrutar la música. El 90 por ciento de los ingresos que puedan llegar a tener unos artistas como nosotros son los conciertos.
El tercer y último single antes del lanzamiento del disco fue “Eclipse”. Siempre habéis estado a la vanguardia de la innovación. En este caso en el videoclip se mezclan imágenes reales con animaciones en 3D. Recientemente se ha creado una empresa para ver conciertos en 3D. ¿Pensáis que esta herramienta sustituye a los conciertos?
¡Qué va, qué va! Yo creo que un concierto es una experiencia que hay que vivirla, y jamás vas a poder hacerlo si no estás allí. Por mucho que las nuevas tecnologías (el 3D, el sonido surround…) avancen, al final creo que un directo tiene una magia especial. Es irrepetible. Lo que te ofrece la tecnología puede curarte un poquito ese gusanillo, pero por mucho que trates de captar la esencia nunca será igual. Los conciertos en streaming (o alternativas parecidas) nunca van a sustituir a un concierto en vivo y en directo y no creo que lo haga jamás.