Hay calma, marejada y marejadilla.
Esto nos ocurre cuando tratamos con los hábitos y rutinas: Lavarse los dientes, salir de casa, la hora de acostarse, comer, el baño…
Pueden ser batallas campales si tenemos unas expectativas muy altas, estamos cansadas, nos faltan recursos (comida hecha, personas de apoyo…), emociones intensas por algún implicado o por todos y todas.
En cambio si nos ajustamos a su estado de ánimo, si escuchamos empáticamente la cosa cambia.
Es entonces cuando muchas familias entran en auténticas muchas internas porque no hay coherencia entre lo que les gustaría, lo que sienten, lo que «debería» ser…
Llega la hora de cerrar los ojos en la horizontal de la cama y… Lo único que vemos es lucha, batalla y CULPA, mucha culpa.
Entonces solo queda parar y dejamos sentir, sí, escuchar cómo estamos y qué necesitamos nosotras como madres. Aceptar que estamos en PROCESO de convertirnos en madres y padres SUFICIENTEMENTE BUENOS. Porque la perfección no solo no existe, sino que no es deseable para ninguna de las partes.
Solo nos queda, escuchar-escucharnos si antes nos hemos escuchado, lo mismo ocurre con los niños y niñas, solo van a dar su han recibido.
Este podcast de hábitos puede que encontréis alguna claridad, como en la enorme pintura de Picasso en el «Gernika» , si buscas, encuentras la sabia y la luz. Para ello es necesario PARAR, OBSERVAR y ESCUCHAR.
