El pasado 26 de julio falleció Sinead O`Connor a la edad de 56 años demasiado pronto o tal vez demasiado tarde para ella. Ese mismo día Mick Jagger estaba de celebración por todo lo alto de su 80 cumpleaños. A uno la vida le ha tratado como una estrella del rock con sus momentos muy buenos y otros no tan buenos. Pero hay una enfermedad de la que se habla muy poco y en este país se pasa de puntillas como es el de la salud mental.
Mick Jagger fue criado en una familia de clase media, su padre era profesor de Educación Física Basil, desde muy niño Jagger tenía claro que quería ser cantante, una adolescencia más llevadera que la de Sinead O`Connor, que sufrió abusos físicos y sexuales por parte de su madre, con tan solo 15 años pisó un correccional, el Magdalene Asylum, debido a su absentismo escolar y pequeños robos. En ese centro y gracias a una monja que le regaló una guitarra y le pagó unas clases de canto, fue donde ella se dio cuenta que la música podría ser un escape a la vida que llevaba hasta entonces.
Uno sabía desde muy pequeño que quería ser cantante, mientras O`Connor se dio cuenta terminado su adolescencia y más cuando grabó su primera maqueta con su grupo Ton Ton Macoute, ella quería triunfar en el panorama musical.
De todos es conocida la vida de excesos que ha llevado Jagger, pero siempre teniendo claro que la música sería su fiel compañera de viaje con o sin sus amados The Rolling Stones. O`Connor conoció su éxito pronto, con su primer disco “The Lion and the Cobra” (1987), un disco que recibió una nominación al Grammy a la mejor interpretación vocal femenina de rock. Aunque su éxito por el cual se la conoce en todo el mundo se encontraba dentro de su segundo trabajo “I Do Not Want What I Haven’t Got” en ese disco se encontraba su famosa “Nothing Compares 2 U” una versión de Prince y que fue uno de los sencillos más vendidos de 1990.
A O`Connor el éxito le llegó a la edad de 24 años, a Jagger le llegó un poquito antes con 22 años en 1965 los Stones publican su tercer disco “Out of Our Heads” por aquel entonces la vida de los Stones era fuertemente cuestionada por la prensa. En 1967 Jagger y Richards fueron arrestados por cargos de narcotráfico y recibieron sentencias inusualmente severas.
Hay amigo, cuando te toca bailar con la cara cruz de la moneda, es difícil que alguna vez se convierta en cara y esto la gran O’Connor lo sufrió. En el 2003 fue diagnosticada de varias enfermedades mentales entre las que se encuentran depresión severa y trastorno bipolar, la artista ha sido siempre noticia por sus numerosos intentos de suicidio. Tuvo que cancelar su gira del 2015 por uno de estos brotes mentales cuando sufrió una sobredosis. Con la relación con su familia rota, su círculo cercano denunció su desaparición pero poco después la encontraron en un hotel de Chicago.
O`Connor fue muy valiente a la hora de hablar de las enfermedades mentales en sus redes sociales, un mundo digital inhumano en el que parece que ver llorar o contar el sufrimiento no está bien visto por la gran mayoría que navega en ese mundo cibernético.
Jagger vivió la muerte de L’Wren Scott, su pareja, que fue encontrada colgada por el cuello de una bufanda en su apartamento del barrio neoyorquino de Chelsea. No siempre la moneda fue cruz, pero rápidamente, justo tres meses después, se volvió cara cuando empezó a salir con la bailarina de ballet Melanie Hamrick, cuarenta y tres años menor que él, y en diciembre de 2016 dio a luz un hijo.
Nunca la moneda se volvía cara y una madre nunca esta preparada para tener que enterrar a un hijo, y mas si se trata de un suicidio. Y esto desgraciadamente O`Connor lo vivió en sus carnes. Quizás este fue el detonante para que su moneda nunca se fuera a cara.
La salud mental en este país deja cifras tan dolorosas como que más de 2,1 millones de personas sufren algún cuadro depresivo y el 5% tiene diagnosticada ansiedad.
En España en el 2022 por suicidio fallecieron 4.097 personas. Los grupos de mayor riesgo son los varones y los adolescentes de ambos sexos.
Lo que no tengo tan claro es si la moneda está lanzada antes de nacer o la puedes cambiar en el transcurso del viaje. Pero lo que sí tengo claro es que tenemos que aprender a escuchar mucho mejor al que tenemos a nuestro lado, para intentar que su lado de la moneda sea la cara.
Texto: Juan Rodríguez
Fotos: Domingo J Casas
