La Euforia de Madrid: Bruce Springsteen Enciende el Cívitas con su Electrizante Tour 2024

Springsteen da para mucho. Todo el mundo se llena la boca con Tito Bruce. Algunos no dudan en sacar toda la artillería contra él (la misma que, casi siempre, les falta ante la mediocridad imperante), otros se apropian de su figura para apoyar un extraño relato político y algunos lo glorifican de una forma dogmática que transmite cierta ternura. Los hay que han crecido con su música, como yo, que le sienten parte de la familia, porque nunca ha dejado de acompañarlos. Y, por supuesto, los hay que sólo conocían “Born In The USA” y “Dancing In The Dark”. Lo verdaderamente sorprendente es que Springsteen les había convencido a todos por igual y por completo antes de que salieran del Civitas Metropolitano. Y por eso, queridos amigos, es el jefe.

El pasado viernes, en la segunda de sus tres actuaciones en la capital, el de Nueva Jersey tuvo para todos. Comenzar un show con “Something In The Night” ya es una declaración de intenciones. Los más puretas no cabían en sí de gozo al escuchar prácticamente completa esa obra maestra llamada Darkness on the Edge of Town (1978) con un “Adam Raised A Cain” atronador y un “Racing In The Street” que empujó varias lágrimas mejilla abajo. Aquellos que se gastaron cien euros para estar hablando a voces de espaldas al escenario también tuvieron su recompensa y pudieron subir a Instagram los estribillos más conocidos. ¡Todos contentos!

Las dudas sobrevolaban al personal tras varias cancelaciones y algunas malas críticas sobre la voz de Springsteen en el primer concierto de Madrid. Fueron disipadas rápidamente. “Lonesome Day” de The Rising (2002), “The Ties That Blind” de The River (1980) y “No Surrender” de Born In The USA (1984) sonaron con la voz portentosa por encima de todo (¡quizá demasiado!), en un “aquí estoy yo” de manual. De pronto volvíamos a años atrás, recordando conciertos memorables como aquel de Madrid en 2012, eliminando de la ecuación −¡Bruce, perdónanos!− cualquier atisbo de desconfianza.

“The Power Of Prayer”, de su penúltimo álbum Letter To You (2020) fue estrenada por primera vez con la E Street Band en otro de esos regalitos made in New Jersey. Se hizo gala del lado gospel de su numerosa banda con “Spirit In The Night” y esa gran versión de “Nightshift” de Commodores incluida en su último trabajo Only The Strong Survive (2022).

Un emotivo “Last Man Standing” subtitulado dio paso a “Backstreets” una de las más maravillosas canciones de nuestro protagonista y uno de los múltiples himnos presentes en su famoso disco Born To Run de 1975, el que le sitúo en el lugar que le correspondía por derecho en lo más alto de los altares del rock and roll. Little Steven estaba disfrutón, Max no quería dejar de marcar el ritmo con sus baquetas, Jake Clemons demostró haber heredado la complejidad con Bruce de su tío Clarence y Nils Lofgren nos regaló un solo espectacular en “Because The Night”. Siguen siendo una banda cojonuda. No es la misma E Street Band del Hammersmith Odeon de Londres del año 1975, ni la misma que la del No Nukes del ’79, ¡por supuesto que no!, pero siguen siendo una banda alucinante, de las que hacen de un bolo una masterclass para los más jóvenes. Es bonito seguir viéndolos disfrutar y haciendo disfrutar.

Como bien escribe Carlos Marcos para El País: “los conciertos de Bruce Springsteen son para celebrar la vida” y “para abrazar a la persona que tenemos al lado”. Es verdad. Es así. Y así lo hicimos, así lo sentimos. Un bálsamo, un respiro, cada concierto como un pequeño hecho histórico. Cómo no abrazarte con la gente que quieres mientras suena “Born To Run”, cómo no botar con “Bandlands”, cómo no bailar con “Wrecking Ball”, cómo no reír con “Glory Days”, cómo no quedarte afónico con “Twist And Shout”...

Vivimos una época en la que tenemos la posibilidad de (sin dejar de apoyar lo emergente) poder despedirnos de la mejor manera de bandas y artistas que han hecho del mundo un lugar mejor con su música y sus canciones. ¡Aprovechémoslo! Lo que pasa es que yo fui al Wanda con la intención de despedirme de Bruce Springsteen y siento en lo más profundo de mi corazón que el condenado del Boss me dijo: ¡Hasta pronto!

Texto: Pablo A. Martín

Fotos: Domingo J Casas

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