Supongo que hoy, 28 de abril de 2025, día en que un apagón inexplicable dejó sin luz a toda la península ibérica y, pese a todo, curtidos en falsos finales del mundo, los que aquí sobrevivimos hemos sido capaces de reírnos una vez más de todo, es el día ideal (todos lo son, al paso que vamos) para recomendaros de verdad una lectura divertida que te haga olvidar por un instante a todos los que desgobiernan este planeta. Sí quieres leer en el título del libro, El retorno de Elgafe, cierto doble sentido, hazlo. Acertarás. Lo cierto es que Gastón Elgafe, uno de los personajes, con razón, más populares del tebeo franco-belga, fue también la mayor y más sublime creación de un autor eternamente respetado como Franquin. Capaz de dar vida a cualquier proyecto que se le pusiera por delante (aparte de que le resultaba imposible decir «no» a nada), cuando en 1957 y siendo todavía el dibujante de las aventuras de Spirou, el genial dibujante dio vida a Gastón, no podía imaginar el éxito que tendrían unas páginas que obligaron poco después a crear un «taller de Franquin» para satisfacer la demanda de historietas de uno de los mayores desastres vivientes dibujados.

Lo que quizás no sabías, ajenos como vivimos muchos aficionados a las viñetas al intrincado mundo que se mueve detrás de las páginas, es que, como en muchos otros casos de personajes no sólo universales a nivel de público, sino también a nivel comercial, el personaje de Gastón Elgafe fue siempre una inagotable mina de oro para su editorial original, la francesa Dupuis. Y, a diferencia de transiciones amables y celebradas por editorial, familia y aficionados, el caso de Gastón es uno de esos que, lamentablemente, ha tuvo que resolverse en los tribunales. El 17 de marzo de 2022 Dupuis anunció el lanzamiento de un nuevo álbum del personaje, cancelado hacía tiempo, en otoño de ese año. Se titularía El retorno de Elgafe y estaría dibujado por el artista natal de Québec, Canadá, Delaf. Este sería el primer álbum de la serie desde el fallecimiento de su creador, André Franquin, en 1997. Sin embargo, poco después del anuncio, la hija de Franquin, Isabelle, demandó a Dupuis por infracción de derechos de autor y plagio, alegando que su padre no quería que su cómic insignia continuara tras su muerte. Dupuis se vio obligada a anunciar que posponía la publicación hasta nuevo aviso. Y, finalmente, el 31 de mayo de 2023 en el litigio relativo a la publicación de las nuevas aventuras de Gastón Elgafe, el árbitro elegido por Isabelle Franquin y Dupuis Editions en marzo de 2022 falló a favor de la editorial, poniendo fin al litigio y permitiendo que, primero en Europa y ahora en España gracias al trabajo de Norma, que ya editó los 21 tomos existentes del personaje hasta la fecha en tomos integrales.

Julie Durot, directora general de Dupuis en el momento del fallo, defendió respetuosamente su parte: «lamentamos los malentendidos y la incomprensión que hayan podido provocar este litigio. Dupuis siempre ha tenido la mayor consideración por la obra y los derechos morales de Franquin, así como por los de todos los autores. El laudo arbitral confirma nuestro respeto por el contrato firmado por André Franquin. Con estas nuevas aventuras de Gastón Elgafe, Ediciones Dupuis pretende seguir dando vida a la obra magistral de Franquin, este genio del cómic cuyos personajes forman parte de nuestro patrimonio cultural común. También desean presentar el álbum de Delaf tanto a los nostálgicos como a las nuevas generaciones, que es la culminación de varios años de trabajo extraordinario y apasionado». Honestamente, no mentía, y el sabor agridulce que supuso el parto de este típico álbum europeo de 46 páginas que se leen en un suspiro, se diluye en cuanto abrimos el libro y le damos la oportunidad al extraordinario dibujante quebequés quien, por su parte, se mostraba ilusionado con la oportunidad de mantener vivo un legado único, como reza en la propia portada, «según la obra de Franquin«. «Estoy encantado con esta decisión -celebraba jubiloso Delaf hace ahora casi dos años- y espero compartir el fruto de mi trabajo con el público. Espero que, al leer el álbum, sientan todo el cariño y respeto que siento por Gastón y su incomparable creador, André Franquin«.

Y lo cierto es que funciona mejor de lo que cualquier fan del personaje podría esperar. Y, leyendo las páginas de El retorno de Elgafe, como cuando leemos las nuevas aventuras de Corto Maltés o las de Astérix, soy de los que piensan que lo que hay que celebrar es cómo el recuerdo y el alma de una creación de ficción es capaz de permanecer más allá de su autor siendo capaz de hacernos sonreír una vez más. De hecho, Delaf se ha dejado llevar por el mismo espíritu irreverente que tiñó de risas las últimas historias de Franquin y, lo que comienza tranquilo, se retroalimenta con ideas cada vez más locas y siempre desafortunadas, hasta acabar con los frenos rotos en una espiral de desastres tan irresolubles que resulta del todo impredecible saber a dónde nos llevará el final del libro. Con un portentoso curriculum como buen dibujante de línea clara incluso desde el otro lado del océano, Delaf ha brillado con luz propia con divertidas creaciones ideadas por él, y aquí su trazo imita y hace reconocible a todos y cada uno de los habituales de la alocada redacción de la revista Spirou, incluyendo otros dos personajes a los que Franquin también otorgó muchos buenos momentos de gloria. El caso en El retorno de Elgafe es que Gastón llega a poner en peligro, no ya la existencia del edificio, lo cual resulta habitual, sino la de la propia publicación. El veterano trazo de Delaf resulta tan vivo como lo fue siempre el de Franquin, logrando de verdad casi a cada página que te resulte imposible dejar de sonreír primero, reír después e incluso soltar alguna carcajada gracias a la innata capacidad de este autor para lograr historias y buenos chistes en apenas una página. Un legado como el de Gastón no podía haber caído en mejores manos. En todos los sentidos. Una lectura para todas las edades.

SOBRE EL AUTOR

DELAF
Marc Delafontaine, quien firma con Delaf, nació en Sherbrooke, Quebec, Canadá. Trabajó durante mucho tiempo en el campo de la animación como maquetador y diseñador gráfico. También realizó ilustraciones para publicaciones infantiles y publicó cómics en revistas y antologías de Quebec, como La Turbine. Delaf ilustró cuatro entregas de la serie Nous, les jeunes!, trece más para la colección BD Junior, y fue colorista para la revista Pignouf y la editorial Mille-Iles. También participó en Le Guide Junior Pour Bien Élever les Parents, de Jacky Goupil y Sylvia Douyé, para la Colección Humor de la editorial Vents d’Ouest en 2005. Colaboró extensamente con su socia Maryse Dubuc, comenzando con la creación del personaje Smoofee en Bédélirium en 1995. Sin embargo, su creación más conocida es Les Nombrils, una popular serie de humor sobre tres adolescentes, de 2004. Tras su publicación en la revista quebequense Safarir, la tira se publicó en la revista belga Spirou y fue publicada en formato libro por Dupuis. La serie también se publica en inglés con el título The Bellybuttons.



