
Conoce a un tipo normal. Introspectivo y tranquilo, pero con ocurrencias y amistades inquietas y muchos kilómetros en la cabeza. Que entra bien abrazado a su cuaderno, no sea que se le escurra la tinta de sus garabatos.
Entre risas e inevitables chapucillas: un amigo popular que viene a rescatarnos. Juzga tú mismo. Quizás nos habíamos vuelto muy elitistas.








