Ha llegado el momento, de hablar ¡hasta el endometrio! Y aunque tantas veces nos sintamos abandonados y pequeños en nuestro estudio cavernario, tenemos fe y sabemos que María nunca nos dejará a merced de las sombras. Gracias por lo que haces, Nines, gracias por enseñarnos tanto. Gracias por sentimientos objeto del desprecio; porque la historia más bella que se pueda contar lleva escrito un dolor que hay quien nunca entenderá. En una entrevista dedicada a todos los que se congelan ardiendo… GRACIAS.