No importa lo que te enseñen o lo que aprendas. Cuando el mundo real te coloca en una situación seria, en la que dependiendo de lo que hagas puede cambiar tu futuro, tú mismo te sorprenderás de lo que eres capaz de hacer. Si ese momento además lo trasladamos a la infancia, como Zerocalcare afirma en Un pulpo en la garganta, «tarde o temprano te llega tu momento rollo ‘Dos vidas en un instante’, la peli de Gwyneth Paltrow, en el que tienes que tomar una decisión que te marca para siempre. (…) Una decisión que te convierte en un héroe del bien, por aquel entonces personificado en el futuro icono gay musculoca He-Man, o en la encarnación misma del mal, aquí representado por un eterno Darth Vader, con aquel vozarron suyo». Es entonces cuando, si funciona tu mentira y otro carga con la culpa de algo que tú has hecho, aparece ese «pulpo en la garganta» del que habla el autor en su nuevo libro, que no es sino la personificación del remordimiento que puede acompañarte a lo largo de los años… o de toda tu vida.
Zerocalcare vuelve a emplear el tono «autobiográfico» como en La profecía del armadillo y el resto de su obra, para contarnos esta vez una historia mucho más ambiciosa. Cuando todavía cursaba primaria, y después de haber saltado sin permiso al bosque al lado de la escuela, con sus amigos Sarah y Secco, Zero es arrinconado por la implacable Madame Arbizzati y se ve obligado a delatar a uno de sus amigos escondiendo la verdad. Lo peor son las consecuencias y lo que ocasiona a partir de ese momento, de modo que ese secreto se convierte durante años en un pesado pulpo aferrado a su garganta al que Darth Vader define como «el pulpo del remordimiento. Es gratis, tranquilo. Se come los friskies muy bien, tanto las latitas como el pienso seco. Basta que se lo pongas una vez al día y aire. Para beber ya se apaña con tu sudor».
La propia historia de Un pulpo en la garganta es bastante curiosa e interesante. La profecía del armadillo, su debut como autor, seguía cosechando un éxito arrollador e inesperado en formato de autoedición. En ese momento la editorial BAO apostó por publicarle el que sería su segundo libro. El argumento que Zerocalcare les presentó fue un argumento de apenas «una página y media». Y, sin embargo, no dudan en recordar que «es quizá uno de los más largos y trabajados que nos ha mandado para ninguna de sus obras». El autor se reía de si mismo hablando del libro en dos páginas que, en su día, fueron publicadas en el XL de La Repubblica para promocionar el lanzamiento. En forma de viñetas, el personaje de Zero sueña en voz alta sobre el nacimiento de Un pulpo en la garganta: «¡Vale, pues hago un tebeo negro megalargo, medio autobiográfico, medio no, que transcurra en tres épocas distintas, rollo ‘infanciaadolescenciajuventud’ de Tolstoi, pero que se lea al revés y además sea en realidad una biografía en plan polemicista sobre el Capitán Findus! ¡A tope!» Pues bien, como relatan los editores originales en el prólogo a este libro: «un mes antes de su publicación, para la que se había acordado una tirada de 7.000 ejemplares, entre las más altas de la historia de la editorial hasta el momento, la demanda del libro era tal que encargamos a la imprenta que subiera hasta los 12.000. Desde entonces ha habido 18 reimpresiones, con un total de más de 100.000 ejemplares vendidos».
La cuestión es que Zerocalcare logró con creces construir una historia que, publicada originalmente en 2012 por su editorial en Italia, mantiene la frescura que pretendió el autor enfrentado al reto de superar su primera novela gráfica. Separada en tres actos que retratan a la perfección la infancia, adolescencia y supuesta madurez del personaje de Zero y sus compañeros, el autor construye una historia costumbrista con cierta moralina sobre las consecuencias de las acciones, pero repleta de mucho humor, cinismo, imaginación y también del lado práctico de las cosas. Porque el primer pulpo en la garganta de Zero siempre estuvo ahí, hasta el final, cuando en el tercer acto de este peculiar drama Zero vuelve a coincidir con sus antiguos compañeros, que acuden en masa pensando todos lo mismo, que quizás un entierro es un buen sitio para ligar… Y entonces, después de todo lo que las diferentes versiones de Zero han vivido a lo largo de sus tres edades, el autor engrana delante nuestro todas las piezas de un gran puzzle que en realidad nos había ido mostrando, pieza a pieza, a lo largo de todos esos años. El resultado es de diez. Todo encaja.
Y a esas alturas, honestamente, pese a que, con todo lo que sabemos, quizás no querríamos a ninguno de los personajes como amigos, es absurdo no reconocer que, como lector, te hacen sentir como uno más de esa estrambótica pandilla de reacciones totalmente creíbles, incluso si Zero se pasa la vida discutiendo con amigos imaginarios. Porque si algo tiene Un pulpo en la garganta es que al sarcasmo con el que los personajes se toman sus propias vidas, completamente normales, cada decisión y consecuencia es como la vida: todo te suena y seguramente te sentirás identificado con más de una de las alocadas vivencias y cómo somos capaces de ser irónicos incluso en lo amargo. Pero lo mejor es que Zerocalcare aprovecha este infinito fondo de pequeñas miserias cotidianas para construir por detrás otro relato que, salvando una corta distancia, podría incluso recordar al clásico de Stephen King El cuerpo, ese pequeño cuento corto que se hizo inmortal desde su adaptación a la película Cuenta conmigo. Para entender esta referencia tienes que leer primero Un pulpo en la garganta, pero lo que es innegable es que lo que Zerocalcare ideó en una página y media encierra en realidad una gran historia muy meditada y repleta de sorpresas que sólo se desvelan en el sorprendente e inesperado final.
Si ya conocías al autor por el resto de títulos editados ya por Reservoir Books, no puedes dejar de hacerte con esta pieza clave de su trayectoria. Esta espléndida edición en un formato habitual en el mercado italiano incluye un prólogo de los editores originales, las dos páginas mencionadas dibujadas y publicadas en el XL de La Repubblica para promocionar el lanzamiento y al final incluyen otro divertido apartado dibujado por el autor titulado «2012-2019. Cuatro preguntas a modo de epílogo» donde analiza con su ácido humor habitual las preguntas que más le repiten sus seguidores en redes sociales o cuando se cruzan con él en alguno de los populares Salones de Cómic italianos.
SOBRE EL AUTOR
ZEROCALCARE
Zerocalcare es el seudónimo de Michele Rech (Arezzo, 1983), dibujante de cómics e ilustrador italiano. El nombre artístico nace cuando, habiendo de escoger un apodo para inscribirse a un foro de internet, encontró la inspiración en el anuncio televisivo de un producto de limpieza anti cal. Su trayectoria artística comienza cuando termina la educación obligatoria con dieciocho años e ilustra los acontecimientos de la Contracumbre del G8 en Génova, en julio de 2001. Desde entonces, ha colaborado en varias publicaciones, como Liberazione, la Repubblica XL o la revista Mamma! A finales de 2011 autoeditó su primer libro, La profecía del armadillo, con el que ganó Gran Guinigi, el premio más importante del cómic italiano, que lo dio a conocer al gran público. Desde entonces ha publicado Un polpo alla gola (2012), Ogni maledetto lunedì su due (2013), Dodici (2013), Dimentica il mio nome (2014), L’elenco telefonico degli accolli (2015) y Kobane Calling (2016), que lo han consolidado como uno de los mayores de referentes de la ilustración en su país.