Podría decirse que One on One, el decimonoveno álbum de Paul Carrack en solitario, es el resultado de todos sus años de carrera musical. No solo ha compuesto, interpretado y grabado todo el disco él solo, sino que también se ha encargado de la mezcla. La pandemia pilló al músico británico de gira, y ese espíritu del directo le sirvió de impulso para hacer de un problema una virtud. Empezó a pasar horas en su renovado estudio casero (que antes era un garaje) para mantener en forma sus habilidades y su cabeza ocupada, y también como terapia frente a la ansiedad. Y del embrión de un solo tema en forma de maqueta, Carrack ha construido de manera individual uno de los discos más conmovedores de toda su carrera. Cálido, atractivo, nutritivo, y sorprendentemente positivo, One on One cuenta, eso sí, con interesantes cameos que pudieron llevarse a cabo a medida que se fueron levantando las restricciones de movilidad en Reino Unido. Robbie McIntosh, Alfred ‘Pee Wee’ Ellis o el propio hijo de Paul Carrack, Jack, que habría participado a la batería en todo el disco si no viviera en la otra punta de la ciudad, colaboran varios cortes del álbum.
Mientras la creatividad y el ingenio de otros artistas se paralizaron por completo durante el nefasto año 2020, no es el caso de Paul Carrack. “Hay muchas maneras de hacer un disco“, asegura, “pero al hacerlo solo creo que me vi obligado a hacer las cosas a mi manera“. De ahí el sello rabiosamente individual de One on One. “Las canciones son bastante convencionales, pero la forma de tocar es poco convencional“, confiesa el artista. El disco arranca con el ritmo inmediato de ‘Good and Ready‘, cuyo mensaje positivo muestra a un artista con ganas de volver a estar entre su público. El tono optimista se mantiene en la gran mayoría de la obra: en la decididamente funky ‘A Long Way To Go‘, que cuenta con una sección de vientos criminal, en ‘Lighten Up Your Mood‘, en ‘Precious Time‘, en ‘When Love Is Blind‘, único tema donde participa Jack Carrack, en ‘Shame On You, Shame On Me‘, que tiene matices de uno de los héroes de Carrack de los años 60, Ray Charles, en ‘Set Me Free‘, un grito desde el corazón para volver a algún tipo de normalidad, o en ‘Behind Closed Doors‘, el gran éxito country de 1973 de Charlie Rich, versionado ahora por Carrack. Solo ‘I Miss You So‘ y ‘You’re Not Alone‘, las dos baladas del disco, ahondan en sentimientos con denominación de origen en la pandemia: la primera compuesta por la tristeza de no poder visitar a su hija, que acababa de dar a luz, y la segunda en apoyo a alguien muy cercano que estaba luchando con la ansiedad del confinamiento.