Querida Ana,Desde que Patri te introdujo en mi camino supe que era porque íbamos a conectar, pero nunca llegué a imaginar que fuese hasta este punto. Me transmites calma, paz, ganas e ilusión por la vida.
Admiro también tu pasión por lo que haces, la lucha por tu felicidad y tu bienestar. Nunca te lo he llegado a decir, pero te admiro mucho.
Gracias por cruzarte en mi camino, por estar en esta etapa tan difícil para mí, simplemente estando ahí, dispuesta a escucharme cuando lo necesito.
Eres una gran mujer a la que admiro y de la que me siento orgullosa. Aquí estoy para escucharte como tú lo haces y para compartir vida contigo.
Gracias amiga, te quiero.