Hoy en día nos rodean mayormente fríos hormigueros uniformes en los que los seres humanos encontramos nuestro hueco para seguir vivos. La realidad no nos deja a la mayoría demasiada elección. Por suerte, a muchos kilómetros de donde siguen creciendo todas las superpobladas urbes del mundo, civilizadas o no, todavía hay ciudades que conservan su alma, que no son otra que sus edificios emblemáticos, los que a veces le dan nombre y crean en el imaginario colectivo imágenes completamente indisolubles. Es imposible imaginar Barcelona sin su Sagrada Familia, París sin su Torre Eiffel o Londres sin su Big Ben por recurrir a postales universales que todos reconocemos. Sin embargo tan importantes como las presencias, a veces lo son las ausencias. No hay lugar sobre el planeta que se haya librado de soportar una guerra, desastres de cualquier clase o remodelaciones o el inevitable paso del tiempo que nos hace construir cimientos sobre las civilizaciones que nos precedieron. La historia del hotel Florida de Madrid o de su desaparición no es especialmente destacable. Sencillamente, superada la Guerra Civil y cuando la capital de España se embarcó en un lavado de cara completo, el empresario Pepín Fernández adquirió en 1962 el hotel y las casa aledañas con la intención de erigir el que sería un gran centro comercial: una nueva sede de Galerías Preciados, inaugurada en 1968 al que, hoy en día, sustituye uno de los muchos edificios de El Corte Inglés en el corazón de Madrid. Desde hace unos años, si os acercáis por la Plaza de Callao en Madrid podéis ver una plaquita en ese lugar que rememora que ahí estuvo el hotel Florida, lugar clave durante sus 40 años de existencia al que este cómic que te recomendamos rinde sentido homenaje como uno de los edificios más emblemáticos de la historia de nuestro país, aunque desgraciadamente ya no exista.
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No podía estar mejor situado: en la madrileña plaza de Callao. En la primavera de 1924 se inauguró el hotel Florida, todo un emblema de la modernidad (fue el primero en Madrid con lavadora y secadora) y atalaya privilegiada de varias épocas clave en la historia de España. El proyecto estuvo a cargo de Antonio Palacios, autor de algunas de las obras emblemáticas de la capital, como el Palacio de Comunicaciones (actual sede del Ayuntamiento), el Círculo de Bellas Artes, el Banco del Río de la Plata (hoy Instituto Cervantes) o el diseño de las primeras líneas del Metropolitano de Madrid. El Hotel Florida, con sus diez plantas y rematado por un torreón, doscientas habitaciones dotadas de cuarto de baño privado –una atractiva novedad–, ascensores, calefacción, teléfono urbano e interurbano, y un auto-ómnibus que comunicaba con todos los trenes, no tardó en ser celebrado como un emblema de la modernidad de Madrid. Por sus habitaciones pasaron personajes históricos que escribieron páginas de sus vidas entre aquellas paredes: Charles Chaplin, viajando de incógnito por España, María Casares, Celia Gámez, Federico García Lorca o María Zambrano, así como políticos de todo pelaje. El hotel sufrió incluso un intento de atentado durante un homenaje a Clara Campoamor, una de las muchas escenas incluidas en el detallado y especial retrato que la dibujante Antonia Santolaya realiza en un cómic tan histórico como la infinidad de detalles recopilados y ordenados en el guion del periodista Carlos García Santa Cecilia.
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Su imponente fachada con diez plantas que el «hombre araña» portugués Nestor Lopes escaló el día de su apertura fue testigo de la dictadura de Primo de Rivera, de la Segunda República, de la Guerra Civil y del franquismo. El director editorial de Norma, Luis Martínez, recalca en la presentación promocional del cómic para el podcast Normaland cómo el hotel Florida «era el hotel donde pasaban las cosas, donde todo el mundo quería estar. Es una pena que este edificio no exista y por ello el periodista Carlos García Santa Cecilia y la dibujante Antonia Santolaya lo han recuperado en un cómic en forma de estampas coronado por un dossier de 20 páginas en el que se cuenta la historia del edificio y parte de la historia de España. Ha sido un reto bastante difícil contar 40 años de la historia de un hotel en 64 páginas en postales pero finalmente este cómic es un gran homenaje y reivindicación y está maravillosamente guionizado por Carlos y maravillosamente dibujado por Antonia«. Precisamente Carlos García recuerda que la lista de celebridades que pernoctaron en el Florida en especial tras el estallido de la Guerra Civil incluyó a Mijaíl Koltsov, Arthur Koestler, Robert Capa, Herbert Matthews y Ernest Hemingway, quien describió el hotel como un hervidero de “idealistas y mercenarios, bribones y mártires, aventureros y embaucadores”. El Florida, añade el guionista, «es el primer hotel de una larga saga de hoteles en conflictos bélicos. Hemingway sólo tiene una obra de teatro escrita. Esa obra de teatro se desarrolla en el hotel Florida y describe cómo son las habitaciones. Muchas de las mejores crónicas de guerra que escribió Saint-Exupéry cuando estuvo de corresponsal de guerra en España las escribió en el Hotel Florida».
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Para sumergirnos completamente en otra época e imaginar junto a autora y autor cómo fue y lo que supuso el hotel Florida, éstos se valen en Hotel Florida de un personaje de a pie, tan creíble como Tina, una joven camarera que empieza a trabajar en los orígenes del establecimiento, viéndolo crecer y convertirse en centro neurálgico de eventos y parte de la historia de Madrid. «Empezamos a desarrollarla y enseguida estuvimos de acuerdo que era relevante y posible -explica el guionista Carlos García– ya que el hotel duró 40 años nada más, en el 74 lo derribaron. De modo que una persona que trabajara allí podía haber llegado con 20 años al hotel y podría haber visto cómo lo derribaban, y así creamos este personaje que va conduciendo todo el relato desde que llega de Asturias hasta que, junto con el antiguo gerente ven el hueco del hotel». La dibujante Antonia Santolaya añade que «una de las cosas que más me gusta es esa parte que es ficción, que nos sirve a nosotros para contar algo. La duplicidad entre la ficción y la realidad, nos ayuda a colocar la historia dentro de algo que parezca más real y verídico y con lo que cualquier persona pueda sentirse identificada. Se mide la pequeñez de cómo funciona la vida más cotidiana».
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En febrero del pasado 2024 se conmemoraron los cien años de la inauguración del hotel del que sólo quedan recuerdos y la notable labor de quienes forman parte de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Callao. El periodista Carlos García recuerda como una primera investigación dio origen a un un «primer librito sobre un hotel que estaba realmente olvidado pero que supuso la modernidad en la Gran Vía madrileña. Esa avenida debía tener un hotel frente a los clásicos Ritz y Palace, más vetustos, que fuera para el hombre moderno y con ese espíritu se inauguró y allí se fueron concentrando, en un sitio tan céntrico y fundamental, el hombre moderno, donde estaban los cines, los teatros, los negocios. Llegó a ser un hotel muy importante antes de la Guerra Civil pero es que cuando llegó la guerra, desde su azotea se vivía la guerra en directo».
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El resultado es un documento gráfico único, profusamente documentado e ilustrado con un aire pretendidamente retro por la ecléctica Antonia Santolaya, empleando el grafito como herramienta perfecta para abrir la puerta a un pasado que retrata en unos escasos pero representativos colores pastel que nos recuerdan al sepia con el que se visten la mayoría de documentos visuales conservados de esa época. Respetuosa y precisa, la autora retrata a gente de a pie con la misma autenticidad y credibilidad con la que imagina y nos ofrece estampas de momentos y personajes que siguen formando parte de nuestra Historia. El tono global, verdaderamente didáctico, se hace también tan entretenido y dinámico como lo fueron la locura de años en los que permaneció en pie hasta su derrumbamiento programado. Sin duda una interesante lección de Historia dibujada con todos los datos que Carlos García pudo recabar como guionista en torno a este hotel.
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SOBRE EL AUTOR Y LA AUTORA
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CARLOS GARCÍA SANTA CECILIA
(Madrid, 1957) es doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como redactor y ha sido subjefe de la Sección de Cultura de El País (de 1982 a 1990), ha sido redactor jefe del Área de Cultura de Diario 16 y escribió una sección diaria durante un año en El Mundo (1998). Impartió clases de historia del Periodismo durante cinco años en la Universidad San Pablo-CEU, es autor de una decena de libros y ha comisariado varias exposiciones, entre ellas Joyce en España y Corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española. Hotel Florida, publicada por NORMA, es su última obra hasta la fecha.
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ANTONIA SANTOLAYA
Nació en Ribafrecha (La Rioja) en 1966. Se licenció en Bellas Artes, especialidad Pintura, por la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1993 y 1994 estudió fotograbado y fotoserigrafía en Ormond Road Workshop (Londres), además de un curso avanzado de postgraduado en Grabado en St. Martins School de Londres. Con posterioridad regresó a Madrid, donde se dedicó por un tiempo a la escultura, la pintura y el grabado. Desde el año 2000 trabaja profesionalmente como ilustradora de libros infantiles, fecha en la que ganó, en colaboración con su hermana Dori Santolaya, el Premio Apelles Mestres por Las damas de la luz. Desde entonces ha trabajado con varias de las editoriales más importantes del panorama nacional, como SM, Anaya, Destino, Santillana, Aldeasa, etc. También ha hecho colaboraciones publicitarias y en publicaciones destinadas al público adulto. Uno de sus proyectos más ambiciosos es una serie de biografías infantiles sobre las escritoras Virginia Woolf, María Zambrano, Gloria Fuertes o Carmen Martín Gaite, con texto de Luisa Antolín. Antonia Santolaya ha expuesto en diversas salas de nuestro país y también imparte talleres de ilustración. Hotel Florida, publicada por NORMA Editorial, es su última obra hasta la fecha.