Como en todo buen hábito cultural, del desconocimiento no pueden surgir las buenas aficiones. En el cómic, como en la música o el arte, de nuestro trabajo como padres, tíos, amigos, abuelos y profesores o maestros dependen muchas veces las mejores influencias a las nuevas generaciones que nos rodean. Y compartir y regalar viñetas es una de las costumbres más sanas que conozco desde que, quien me las regaló a mi de pequeño me enseñó a leer, no sólo letras, sino la espléndida narrativa del arte secuencial. Pero sin entrar en la técnica, hay miles de autoras y autores que, como los que se dedican a la difícil tarea de la ilustración infantil, lo hacen como dibujantes de cómic para niñas y niños.

Podríamos quizás quejarnos de la evidente ausencia de las decenas de publicaciones que una vez surtieron miles de quioscos durante nuestra infancia donde, junto a los tebeos que de hecho se vendían allí también, revistas de cómics para adultos compartían espacio y ventas con las infantiles. Hasta hace no muchos años, loables esfuerzos como la revista Dibus sobrevivieron tiempos en los que los suplementos dominicales de los periódicos como Pequeño País propiciaron el nacimiento de infinidad de series y personajes infantiles y juveniles. Por desgracia ese espacio y afición lo han cambiado la mayoría de las familias por pantallas en una batalla perdida del papel contra lo digital. Sin embargo en esa guerra por enseñar los libros no se rinden y, especialmente el mundo de la literatura infantil y juvenil arrastra al menos a muchas madre y padres que sí entienden el valor de un buen cuento ilustrado o un cómic como los que dibuja un autor tan necesario como Juan Carlos Bonache, superviviente de muchas de esas publicaciones desaparecidas con un estilo único donde, como en ¿Dónde hacen pipí los peces? basa sus historias en el más sano sentido del humor.

Con títulos de largo recorrido editados con Norma Editorial como Habitación invadida y Una vez dicho esto…, Bonache se estrenó con la siempre sorprendente y recomendable editorial Astronave con Félix entre animales, otro muy recomendable cómic para los más pequeños que transmite el amor por los animales a través de las desternillantes situaciones y vivencias de Félix, un niño alegre que siempre tiene ganas de divertirse y ayudar a los demás, que vive con su familia en un zoo rodeado de todo tipo de fauna. Como en ¿Dónde hacen pipí los peces? Bonache adopta un trazo, personajes, forma de dibujar y colores completamente adaptado al mundo infantil. Gracias a ese detalle tan importante y, en especial por su forma de contarnos sin pausa sus historias, es imposible que los más pequeños pierdan el hilo o dejen de estar interesados en ninguna página de ambos cómics de principio a fin.

Cualquiera que haya tenido o tenga cerca niños sabe que, desde el momento en que comienzan a hablar, su forma de aprender a entender el mundo será siempre preguntando. De ahí el acertado título de ¿Dónde hacen pipí los peces? contado con verdadera gracia por Juan Carlos Bonache. Milo es un pez feliz al que de repente le entran unas ganas tremendas de hacer pipí. El problema, como el mismo nos cuenta mientras nada a la búsqueda de un rincón donde hacerlo porque ya se considera «mayor» para hacerlo en cualquier lado, es que, en el fondo del mar no hay baños, ni «lavabos para peces», ni «orinales marinos» o peces que usen pañal, de modo que la gran pregunta tiene muchísima razón de ser.

A partir de ese momento, presenciamos completo el inesperado viaje de Milo por el fondo marino, e incluso más lejos, a la búsqueda del rincón ideal donde hacer una necesidad tan básica sin que nadie le moleste. Las vueltas que le hace dar el autor, eso sí, son de lo más accidentadas y alocadas que nadie imaginaría jamás. Viñeta a viñeta, Bonache es capaz de lograr más de una sonrisa en cualquier adulto que se precie de conservar su necesario sentido del humor y, os aseguro, es capaz de despertar carcajadas en los más pequeños de la casa. Porque no hay mejor prueba para un cuento o un cómic infantil que emplearlo adecuadamente con el público al que va destinado y esa es una prueba que nunca me resisto a hacer. En este caso, tanto un niño de dos años y medio como otro de cuatro asistieron boquiabiertos al increíble y colorido viaje de Milo. Y, sin mucho teatro salvo la riqueza de gestos y movimientos de cada personaje que aparece en el cómic, cuando terminé de leérselo, su veredicto fue unánime: «leélo otra vez».

Regalo ideal y lectura más que recomendada para todas las edades, ¿Dónde hacen pipí los peces? incluye además 4 maravillosas páginas adicionales de curiosidades sobre los océanos contadas a través de los coloridos dibujos de Bonache ilustrando cosas que incluso muchos adultos posiblemente desconozcan sobre medusas, estrellas de mar, ballenas, narvales, peces payaso, pepinos de mar, pulpos y muchos otros habitantes de ese interminable mundo de maravillas que ocurren bajos las aguas de nuestro planeta.

SOBRE EL AUTOR

JUAN CARLOS BONACHE
Bonache (Barcelona, 1978), de formación autodidacta, es guionista y dibujante de cómics. Es diseñador de Superzings y dibujante de Norman y Mix. Lleva años haciéndonos reír con sus irreverentes tiras cómicas y en Norma Editorial ha publicado Habitación invadida y Una vez dicho esto. Félix entre animales recopila las viñetas que publicó anteriormente en la Revista de los Súpers.