Los aficionados a las Tortugas Ninja están más que de enhorabuena, porque de nuevo ECC ha recuperado y editado un episodio largamente descatalogado de las muchas historias curiosas editadas a lo largo del tiempo. En este caso la celebración alcanza también a otro indómito autor del que hablábamos en este rincón de las redes hace poco: nada menos que el dibujante Simon Bisley.
Pero empecemos la historia por el principio. Por ejemplo por Kevin Eastman, co-creador de las Tortugas Ninja en 1984 junto a Peter Laird. Nunca se sabe donde inspiración y suerte pueden coincidir y convertir a tus personajes en iconos de la cultura popular durante décadas. La cuestión es que, en esa historia que sigue escribiéndose (incluso aquí mencionamos el estreno de la última película de animación de los cuatro justicieros verdes neoyorkinos no hace mucho), han surgido infinidad de secundarios y nuevos protagonistas. Sincero como sus tortugas, Kevin Eastman declaró abiertamente que “aunque adoro a todos los personajes del universo de Las Tortugas Ninja, siempre he sentido un gran afecto por Raphael y Casey, por su relación fraternal de amor y odio. Hacerlos trabajar en equipo siempre ha sido divertido. Su estilo «cualquier medio para conseguir un fin» siempre ha sido, como poco, interesante”. No es de extrañar que el autor sienta predilección y especial cariño por historias como Fun with Guns y Complete Carnage and Radical, donde Ralph y Casey son protagonistas únicos y absolutos a los que siempre quiso volver.
Ahí es donde llega la segunda coincidencia cósmica que unió el sueño nunca olvidado de Eastman con el camino de otro autor fácilmente reconocible por su dibujo y estilo. La historia que dio origen a Bodycount es digna de una película de Kevin Smith según la cuenta Kevin Eastman: “Agosto de 1994. La gira de firmas de libros de Melting Pot estaba calentando motores, Simon Bisley y yo nos lo estábamos pasando engrande. En Northampton, tras firmar en el The Words and Pictures Museum el destino se cruzó en nuestro camino. Le pregunté a Simon si había visto alguna de las pelis de acción de John Woo. Él, erróneamente, respondió «no». Esta respuesta, por supuesto, significaba que teníamos que alquilar un montón de videos de Woo para ver esa noche. Y después de ver The Killer, Hard Boiled y Bullet in the Head una tras otra, se nos ocurrió una idea brillante. Intentemos mostrar el tiroteo más largo de la historia del cómic…”
Y vaya si lo consiguieron. Eastman comenzó a dar forma a BodyCount en un cuaderno de bocetos de los que se reproducen numerosas imágenes en la extensa e hilarante sección de extras de esta brillante reedición, anotada en todo momento por Eastman. Sus ideas originales luego fueron desarrolladas o “simonizadas” por Bisley, construyendo ambos autores la historia según intercambiaban avances. Eastman recuerda que “lo que más me gustó fue la naturaleza orgánica de trabajar con él (Bisley), aunque también supuso una serie de retos. Al principio íbamos con adelanto respecto a la entrega de páginas y de los números terminados, pero eso, como siempre, se fue al traste con otros proyectos y distracciones que aparecían e intentaban encajar entre esta hermosa bestia de 100 páginas. Trabajaba con un guion bastante esquemático, muy tosco, y toda la narración y escritura final se hacía con mis bocetos, pero en cuanto llegaban las páginas de Simon, con sus añadidos y retoques, había que ingeniárselas para hacer que todo funcionara como una historia. La historia… siempre me supone un reto, no soy para nada un escritor sólido. Tengo ideas divertidas, algunas funcionan bien, otras no tanto, pero siempre me divierto, y creo que eso se nota. Esta aventura se diseñó con la intención de que fuera pura diversión, y si miramos atrás y vemos todos los agujeros y errores de la trama, sigo pensando que sigue siendo, sin lugar a dudas, como una de las aventuras de las Tortugas Ninja más retorcidas que existen. Personalmente, me lo pasé muy bien”.
Imposible llevarle la contraria a Eastman desde el momento en que abrimos este cómic y nos metemos de lleno en una primera pelea protagonizada por Casey Jones que, de hecho, no se detiene apenas en unas inolvidables 100 páginas de acción desbocada que se hacen breves, dibujada por un maestro del movimiento en viñetas como Simon Bisley. Durante esa primera pelea aparece una misteriosa mujer de nombre Midnight, perseguida por la mafia de Hong Kong y un asesino implacable que resulta ser su hermano. El azar coloca a Casey y Raphael cuando se entrometen en los planes de los asesinos y ayudan a Midnight. Y a partir de ahí, mejor coge varios cubos de palomitas para el exagerado espectáculo del que Eastman y Bisley nos hacen partícipes y donde dan igual los agujeros del guión asistiendo a semejante fiesta de acción sin límite alguno. Y aunque se hace raro pensar que faltan los hermanos ninja adolescentes de Raphael, la conexión de éste con Casey realmente es tan redonda que hasta se comprende que acabe aficionándose el uso de armas de fuego contras cientos de enemigos de varios bandos tratando todos de matarles a la vez a él, Casey y Midnight. Si estabas pensando en comprarte algún tebeo de las Tortugas Ninja estos días, no lo dudes y elige este, aunque eso sí, te va a ser más difícil llevar la cuenta de malotes caídos que en una película de Rambo.
SOBRE EL AUTOR
KEVIN EASTMAN
Kevin Brooks Eastman (nacido el 30 de mayo de 1962, Portland, Maine, EE.UU.) es un artista y escritor estadounidense de cómics, conocido por ser el co-creador de Teenage Mutant Ninja Turtles, junto con Peter Laird. Eastman también fue editor y editor de la revista Heavy Metal. Además de Teenage Mutant Ninja Turtles, trabajó en V-Wars, Zombie War, Fistful of Blood también con Simon Bisley, The Kamandi Challenge junto con Freddie E. Williams II, The LastFall, Cage Hero, Grimjack, The Other Dead y Elephantmen.
La creación más exitosa de Kevin Eastman nació en 1983, mientras trabajaba en un restaurante a la búsqueda de editores poco convencionales para sus cómics. Colaborando habitualmente con Peter Laird en varios proyectos de cómics, en mayo de 1984, Eastman y Laird autoeditaron (por 1.200 dólares) la primera edición en blanco y negro de Teenage Mutant Ninja Turtles. El cómic de cuarenta páginas tuvo una tirada inicial de 3.000 copias, y fue financiado en gran parte por un préstamo de 1.000 dólares del tío Quentin de Eastman, y publicado por un improvisado e inventado sello llamado Mirage Studios (es decir, Estudios Espejismo) desarrollado por este dúo. Del éxito que supuso aquella primera inversión a lo que ambos autores son todavía hoy en día, cómics, series de animación y películas desde la década de los 90 son testigos de cómo a veces una idea original iniciada en el underground es capaz de convertirse en fenómeno de masas mundial.
Simon Bisley es un dibujante de cómics británico mejor conocido por su trabajo de los años 90 en ABC Warriors, Lobo y Sláine. Simon Bisley empezó a dibujar cuando tenía seis años. Es autodidacta, con sólo una corta estancia de un año en una escuela de arte. Bisley comenzó su carrera haciendo portadas de revistas y álbumes, siendo su primer trabajo un diseño de camiseta para la revista de heavy metal Kerrang. Finalmente, aunque no tenía experiencia en el dibujo de historietas en ese momento, fue contratado por la revista 2000 AD después de ver sus interpretaciones de los personajes de la revista. Según Comic Book Database, «cuando aún era estudiante, Bisley pintó un robot sosteniendo a un bebé que envió a las oficinas del año 2000 AD La imagen fue vista por Pat Mills y lo inspiró a relanzar la tira ABC Warriors con Bisley como artista, en 1987″. Comenzó a trabajar en ABC Warriors en 1987 y luego pasó a Sláine y Juez Dredd. Desde 1997, Bisley es colaborador habitual de la revista de cómics Heavy Metal. Bisley ha realizado trabajos de diseño para varios vídeos musicales, incluido «Room Service» de Chippendales. El estilo de Bisley está fuertemente inspirado en grandes artistas así como en las portadas de álbumes de rock y los graffitis, así como en los cómics tradicionales. El trabajo de Bisley influyó en la Bestia en el episodio de Doctor Who de 2006 «The Satan Pit», y en el artista gráfico de personajes de Simon Pegg, Tim Bisley, en la comedia de Channel 4 Spaced.
