¿Casualidad o las cosas cayendo por su propio peso al fin? Porque os traemos a otra nueva autora a la que no perder la pista. Y lo que, en cualquier otro momento quizás habría necesitado de búsqueda está resultando de una naturalidad y, sobre todo, calidad asombrosas. Y aún tenemos más para nuestras próximas citas en estas rincón virtual dedicado al cómic. Volvemos además en este caso a una autora de aquí, madrileña para más señas. Lleva dibujando toda su vida y eso es algo que puedes comprobar desde su completísima página web que, si compartes un mínimo de sensibilidad, te dejará de verdad con la boca abierta. Colaboradora con su particular visión de mundos gráficos infantiles y juveniles en películas como Wolfwalkers o My Father´s Dragon, Clara de Frutos da ahora un paso de gigante en su carrera con Vanguardia es una mujer.
Vanguardia es una mujer es una intensa novela gráfica donde la protagonista es María de la Concepción Méndez y Cuesta, más conocida como Concha Méndez, una de las muchas mujeres que formaron parte de la Generación del 27 con su poderosa poesía, por mucho que su nombre y obra apenas resuenen en los manuales de literatura española. Exiliada en México como consecuencia de la fatídica Guerra Civil, es triste pensar que periodistas y académicos la visitaban a menudo para preguntarla sobre su relación con otros integrantes de la Generación del 27. Y es que Concha Méndez mantuvo un noviazgo en su juventud con el mismísimo Luis Buñuel y estuvo casada con Manuel Altolaguirre hasta 1944, colaborando con él en la edición de revistas tan importantes para la poesía como Héroe, 1616 y Caballo verde. Concha fue, además, verdaderamente amiga de voces de los versos tan irrepetibles como Federico García Lorca o Luis Cernuda o genios como Salvador Dalí. Sin embargo nadie recordaba ni le preguntaba nunca por su propia obra, real, construida en aquellos irrepetibles años previos a la oscuridad del exilio forzoso.
Clara de Frutos nos cuenta en esta obra lo que ocurrió como fruto de esa omisión: la nieta de Concha, Paloma Ulacia Altolaguirre, tomó cartas en el asunto y comenzó a grabar en un viejo magnetófono las memorias de su abuela, que acabarían viendo la luz en forma de libro con el título de Memorias habladas, memorias armadas (1988). En ese libro que tanto ha inspirado a la autora, queda evidencia al fin de la asombrosa vida de una de las mujeres que más batalló por la igualdad de género en el ámbito de la cultura española del primer tercio del siglo XX. Ávida de conocimiento, Concha Méndez fue incapaz de acomodarse o aceptar el sedentario lugar al que la sociedad burguesa de la época pretendía condenar casi como objetos a muchas mujeres. Obviamente, como Concha fueron muchas las mujeres que lucharon por su derecho a pensar y, sobre todo, a crear.
Junto a ella, de hecho, compartieron Arte a raudales junto al resto de miembros de la Generación del 27 nombres como los de Maruja Mallo, Marga Gil- Roësset, Maria Teresa León, Josefina de la Torre, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin, Maria Zambrano, Elena Fortún, Delhy Tejero, Ángeles Santos, Lucía Sánchez Saornil, Margarita Manso, Carmen Conde y Consuelo Berges. En su día las conocieron por su rebeldía ante ciertas convenciones sociales de la época como las Sinsombrero. En un ejercicio necesario de memoria y reivindicación, la directora de cine Tània Balló realizó un documental con ese mismo nombre, Las Sinsombrero, que forma parte de los Imprescindibles de Rtve y que puedes ver íntegro aquí:
Este documental, reconoce Clara de Frutos, fue el verdadero germen de un apasionado interés por todas esas mujeres: “me puse como loca a hacer bocetos en mi cuaderno, a tomar notas… Después empezó un proceso larguísimo de documentación. Era difícil conseguir libros sobre ellas, la mayoría estaban descatalogados y solo se encuentran en bibliotecas muy especializadas”. Por suerte, coincidiendo con al auge feminista que brilló especialmente en 2018, en ese mismo años se reeditó casualmente al fin el mencionado libro Memorias habladas, memorias armadas. “A partir de ahí -recuerda la autora- vinieron muchos años de documentación. Acumulé historias increíbles e ideas que darían para muchísimos tomos, Yo trabajaba, y no fue hasta que llegó la pandemia que me pude centrar en el guión y ponerme a dibujar stories”.
El agradecido empujón definitivo a esta maravilla gráfica vino cuando, de entre más de ciento noventa solicitudes, la idea de Clara de Frutos se hizo con la I Beca de la Fundación El Arte de Volar, promovida por dicha fundación, Norma Editorial y el Grupo Edelvives. “Tras larga deliberación -rezaba el fallo-, el jurado acuerda conceder la beca a Clara de Frutos (Madrid, 1993) por su proyecto sobre Las sinsombrero, que hurga en los pliegues de la memoria para sacar a la luz el recuerdo de Concha Méndez, poeta perdida de la generación del 27 y exilada en México tras la Guerra Civil. El fallo del jurado ha tenido en cuenta la madurez de la propuesta, la delicadeza de su estética y la ubicación del proyecto en el marco de la «herstory» al revalorizar el impacto de estas mujeres en el ámbito de la cultura”. Agradecida, Clara confirma que “ganar la beca significó ese empujón final para poder convertir el proyecto en realidad”.
Y ahora, al fin, gracias a Norma Editorial podemos disfrutar como obra completa de Vanguardia es una mujer en una cuidada edición en tapa dura, con una elección de papel y elaborada impresión que hacen honor al elaborado trabajo de esos años de gestación, algo que no sólo resulta evidente al leer, sin poder parar, las páginas que contienen tantos recuerdos de artistas reales que merecen que las redescubramos a todas. El dossier gráfico que sirve de colorido epílogo a esta recomendable y necesaria lectura evidencia una vez más la propia labor imparable de Clara de Frutos: detallista, cuidadosa y, capaz de dominar mil estilos y técnicas diferentes con eficacia de orfebre, ha optado por un tono, colores y dibujo amables que, parece ser, puede compararse a la mentalidad vitalista que tiñó el camino de Concha Méndez quien, incluso en los momentos más difíciles de su vida, siempre supo encontrar una nota de color que la devolviese con humor e ilusión a su propio camino. “Le doy mucha importancia al color y al ambiente, por lo que para mí era fundamental pensar bien las paletas de color y la luz de cada escena”, reconoce la autora.
Vanguardia es una mujer es una novela gráfica redonda, construida con una pericia donde nada falla y donde lo que sí es fácil es perderse contemplando la maravillosa forma de dibujar casi en cada página de Clara de Frutos. Pero sin duda el mejor regalo que nos ofrece este libro es abrirnos los ojos a poder descubrir las maravillas que crearon todas esas mujeres. “Hacer este proyecto ha sido absorbente y obsesivo -reconoce la artista-, pero muy bonito. Espero que os despierte la curiosidad y sigáis buscando, leyendo y admirando el trabajo de estas magníficas artistas. ¡Si os enamoran una pequeña parte de lo que me enamoraron a mí, ya estoy contenta!” No te quepa duda. Apenas leas Vanguardia es una mujer te resultará imposible no ponerte a buscar más de todas ellas y seguir descubriendo, como nos enseña Clara, lo que todas ellas le ofrecieron al mundo.
LA AUTORA DESCRITA POR ELLA MISMA
CLARA DE FRUTOS
Estudié Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid e ilustración en ESDIP. Posteriormente me gradué en un Máster en “Ilustración para libros infantiles” (MA Children ‘s Book Illustration) en Cambridge, Reino Unido. Trabajo como ilustradora freelance desde 2013 y también he trabajado como supervisora de arte en peliculas para el estudio Teidees (Barcelona), layout artist en Hampa Studio (Valencia) y como concept artist y fondista en el estudio de animación Cartoon Saloon (Irlanda) en varios proyectos, incluyendo la galardonada y reconocida película Wolfwalkers (2020) o My Father´s Dragon (2022). Entre mi obra personal se encuentra la ilustración con técnicas tradicionales, el grabado, y he escrito y dibujado varios proyectos de álbum ilustrado. En 2018 mi libro Cómo no ser devorado por una Baba Yaga fue finalista en el concurso organizado por la editorial A buen paso. He publicado Nuestro Bosque en 2017 y en 2015 Cuaderno de acuarelas, y mi obra ha sido expuesta en España, Reino Unido, Irlanda, Argentina, Honduras y El Salvador. Además también trabajo como profesora de proyectos en el grado de animación en la Voxel School (universidad Deusto), y en el curso medio de ilustración de la Escuela Minúscula, ambas en Madrid.