No es la primera vez que lo mencionamos, y a los hechos a este libro me remito: una editorial de por si tan notable como Norma Editorial, que siempre incluye en sus Novedades verdaderas joyas, en especial en el campo del cómic europeo o franco-belga, inició 2024 con muy fuerte y con muchas ganas: en enero se publicó al fin el primer integral de Blake y Mortimer junto a imprescindibles como Mezkal o el 6º Integral de La Mazmorra. En febrero El regreso del Capitán Nemo de Peeters y Schuiten, de la mano con el éxito rotundo del Soy su silencio de Jordi Lafebre o La debacle de Pascal Rabaté subieron de nuevo el listón. Y en marzo se publicó el integral de Terapia de grupo de Manu Larcenet, El oro del tiempo de Rodolphe y Oriol y este impresionante primer integral de Carlota Emperatriz de los veteranos Fabien Nury y Matthieu Bonhomme. A lo que vamos es que, entre tanto libro que se hace verdaderamente necesario leer, os recomendamos de vez en cuando volver la vista atrás y recordar y recuperar cómics tan destacables como éste, portentoso ejemplo de la calidad no sólo de lo que se está haciendo actualmente en Europa, ofreciendo siempre muchas más historias originales que el cómic yanqui, sino también demostración de la infalible puntería con la que los editores de cómic europeo en Norma hacen su trabajo en los últimos tiempos.

Carlota Emperatriz es una de esas historias que creerías cuento de hadas y princesas de vieja y apolillada escuela si te explicasen el argumento en el contexto adecuado: ¿o es que alguien es capaz de imaginar que una princesa europea, por casarse con el hermano de un emperador europeo, acabaría convirtiéndose con el tiempo en símbolo de otro Imperio en el nada cercano país de México? Pues sí, una vez más la realidad y la Historia superaron a la más febril mente de los escritores de folletines decimonónicos. Y lo cierto es que María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Orleans existió y escribió una de las más singulares historias de las que se tiene testimonio en la realeza europea.

Por supuesto, la experiencia escribiendo guiones de Fabien Nury nos avisa desde la primera escena que «aunque inspirada en hechos reales, esta historia no deja por ello de ser una ficción en la que se mezclan los acontecimientos auténticos, las suposiciones y la pura invención. Los personajes históricos se encontrarán con individuos en parte ficcionados y otros completamente imaginados». Sinceramente, conociendo las extravagancias de las anquilosadas monarquías europeas, es posible que Fabien Nury haya escrito personajes ficticios superados por la decadencia de la aristocracia.

Nury y el apoteósico dibujo de Matthieu Bonhomme inician la historia en el momento en el que Carlota pierde a su madre, apenas con diez años. Carlota nació el 7 de junio de 1840 como princesa, al ser hija del rey Leopoldo I de Bélgica y su esposa, la princesa francesa Luisa María de Orleans. Única niña de cuatro hermanos, recibió la misma educación privilegiada que éstos en artes políticas y diplomáticas, idiomas, geografía, filosofía, música y literatura, entre otras. Pero obviando preliminares, Fabien Nury pasa rápidamente al capítulo que marcaría para siempre el resto de la vida de la princesa Carlota. Considerada una de las princesas más bellas de todo el continente europeo a sus 16 años, según la describía su padre, un personaje fundamental en la historia real y en esta adaptación en viñetas, a Carlota la pretendían muchos nobles europeos. En el momento en que la conocemos junto a Maximiliano de Habsburgo, el hermano de Francisco José I, emperador de Austria, aparentemente ya estaba prometida al futuro rey Pedro IV de Portugal. Y pese a todo, por encima del papel o condena al que se reducía a muchas mujeres de la nobleza, como meros comodines de alianzas entre monarquías afines o enemigas, parece ser que Carlota decidió por si misma, vencida por los encantos del archiduque, con quien acabó casándose en 1857.

Matthieu Bonhomme ilustra todo este primer acto como si realmente asistiésemos a un idilio de cuento de hadas. Y su trabajo es de los que deja de verdad con la boca abierta. Admirado por la mayoría de sus obras pero especialmente recordado en los últimos años por haberle dado nueva vida al legendario personaje de Lucky Luke, este dibujante de línea clara y trazo especialmente expresivo y elegante ilumina cada silencio pretendido en el guión de Fabien Nury con una expresividad de gestos, miradas y detalles que muchísimas de las planchas que forman parte de este tomo integral son verdaderas obras de arte, de una vivacidad apabullante además gracias al color de Isabelle Merlet, verdadera maga de la calidez o frialdad según el momento en que nos encontremos en el primer tomo incluido en el integral y Delphine Chedru en el segundo acto.

Con un generoso tamaño de 23,5 x 31 cm. al estilo de la mayor parte del material integral que está editando Norma últimamente, sorprende la cuidada edición y, en especial, la elección de un papel mate que refleja en las viñetas más vistosas, como si de originales se tratase, lo mejor del depurado dibujo de Matthieu Bonhomme con la mayor nitidez y contraste. Fabien Nury se aprovecha de la infinita versatilidad de su compañero creativo y, a partir de la boda y el encierro simbólico del título de Carlota en la no tan idílica vida del archiduque, asistimos a acontecimientos reales que, en manos del guionista, inciden en las intrigas de la nobleza europea en la que monarquía e iglesia trataban de repartirse el continente a costa de la escasa efectividad de la diplomacia y numerosas guerras como fin último ante la inutilidad de ésta última. El nombramiento de Maximiliano como Virrey de Lombardía-Venecia fue el primero de los amargos destinos a los que Carlota se vio arrastrada, y así casi súbitamente la pareja se encontró viviendo en el castillo de Miramar, en el noroeste de la actual Italia.

Aunque un poco más lejos en todos los sentidos, la invasión por parte de Napoleón III de México, a donde llegó a enviar casi 30.000 soldados para el control completo del país, supuso el fin de la República de México y la adopción forzosa de una «monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico. El Soberano tomará el título de Emperador de México«. Así comienza el Segundo Acto, titulado «El Imperio», donde los escenarios se visten de la luz, rostros, paisajes y colores de México en otro portento de páginas donde brilla la documentación de Fabien Nury enlazando los momentos históricos reales con un nuevo despliegue visual inconmensurable de Matthieu Bonhomme en su dibujo de ciudades, personas, trajes e indumentarias, así como todos los detalles que nos sumergen aún más dentro de una historia que, a estas alturas ya es apasionante y que, al final de este primer integral nos deja con ganas de saber más de Carlota. Adaptándose forzosamente a su destino, Carlota hace frente al mundo y su valiente forma de afrontar su destino en un país tan diferente a su conocida y vetusta Europa deja, por momentos, que personaje real y el ficticio se permitan el lujo de soñar que incluso hacer algo mejor era posible.

Un viaje a cuyas páginas tan exquisitamente dibujadas dan ganas de volver más de una vez, para redescubrir en la inocencia perdida de quien acabó como Emperatriz al otro lado del mundo antiguo que la vio nacer y la bendijo y condenó por sus históricos apellidos hasta hacerla protagonista indiscutible de una historia que esperamos poder seguir leyendo de nuevo en otra increíble edición de Norma Editorial. No dejes pasar este libro si eres aficionada/o al cómic europeo de la más alta calidad, las buenas biografías en viñetas o el cómic histórico en general.
SOBRE LOS AUTORES

FABIEN NURY
Nació en 1976 en Francia y comenzó su carrera como redactor y director creativo en el ámbito de la publicidad, pero pronto destacó como guionista. A lo largo de los años, ha escrito más de una docena de álbumes y novelas gráficas que han aparecido publicados en las editoriales más emblemáticas de Francia. Uno de los momentos clave en su carrera fue su encuentro con el autor francés Xavier Dorison, con quien creó la serie W.E.S.T., que fue lanzada en el año 2003. Entre 2004 y 2008 trabaja en una nueva serie, esta vez de corte fantástico, titulada Yo soy Legión, con John Cassaday. Este se convierte en su primer cómic publicado en los Estados Unidos. Con Érase una vez en Francia obtiene el premio a la Mejor Serie en el Festival de Angoulême de 2011. Al margen de su prolífica y exitosa labor en el ámbito del cómic, ha escrito también guiones de cine. Entre los más notables se cuenta el de la película francesa Les brigades du Tigre, estrenada en 2006. Carlota Emperatriz, junto con Matthieu Bonhomme, es su última obra.

MATTHIEU BONHOMME
Matthieu Bonhomme es aficionado al dibujo desde muy pequeño, gustándole especialmente la obra de Peyo. Luego de un bachillerato técnico con opción a dibujo y un BTS en artes aplicadas, se acercó a periódicos y trabajó un poco en publicidad. Tiene la suerte de recibir consejos de Christian Rossi e incluso trabaja de vez en cuando en su taller. También conoció a Jean-Claude Mézières y Serge Le Tendre, quienes lo introducen en el mundo de las tiras cómicas. Su primer álbum fue lanzado en 2002, Victor & Anaïs, de Carabas, con guión de Jean-Michel Darlot. Comienza a desarrollar con Fabien Vehlmann, Le Marquis d’Anaon, que firmará para Dargaud. Con el primer volumen de Le voyage d’Esteban (Dupuis), ganó el Premio Primer Álbum en Angoulême en 2003. Matthieu Bonhomme trabajó recientemente con Lewis Trondheim en Omni-Visibilis y Texas Cowboys (Dupuis), cuyo segundo volumen se publicó en septiembre de 2014. En NORMA Editorial ha publicado Esteban, El espíritu perdido, Texas Cowboys, Omni-visibilis y el más reciente Carlota Emperatriz, junto a Fabien Nury.




